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Cátedra de Coyuntura Internacional

naciones de Asia Central?, 

para la respuesta ante esta 

premisa es importante con-

siderar lo propuesto por Ma-

soud (2014), quien delimita 

que las cinco repúblicas es-

tablecidas en Asia Central 

(Tayikistán, Uzbekistán, 

Turkmenistán, Kirguistán y 

Kazajistán) están dotadas 

de una vasta cantidad de 

recursos naturales, lo que 

se convierte en un atractivo 

ante las necesidades pro-

ductivas y de crecimiento 

económico de esta nación.

Siguiendo a Webb 

(2017), entre los resultados 

esperados del One belt-

One road, se encuentra el 

incremento comercial con 

65 países, así como una cobertura de mercado a través de 

la ruta de casi 4.4 billones de personas. Lo que ha puesto 

a diplomáticos y ejecutivos chinos en un esquema de 

persuasión asiduo para lograr que mediante el Banco de 

Infraestructura e Inversión Asiática (AIIB) se canalicen los 

proyectos de las fases del OBOR en sus diferentes zonas 

geográficas de cobertura, teniendo intensas negociaciones 

para incentivar esta ruta ferroviaria estratégica en países 

como Pakistán, Tayikistán y Kazajistán.

Sin embargo, expresa Hashimova (2015), el 

camino ante los retos que presupone el OBOR no ha 

sido un sendero que ha transitado de manera fluida en 

todos los casos, la diplomacia, diálogo y estrategias de 

convencimiento de autoridades chinas se han hecho 

presentes ante la meta de esta nueva ruta de la seda, 

como en el caso de Uzbekistán, cuyos dirigentes 

representaban una resistencia hacia la iniciativa, sobre 

Las determinaciones 

que se han brindado 

respecto a la presencia 

de China en las 

comunidades europeas 

de oriente, en Asia 

Central y Europa 

Occidental a través de 

la iniciativa OBOR son 

variadas, sin embargo, 

coinciden con las 

intenciones comerciales 

de diversificación 

e incremento del 

posicionamiento de 

productos y servicios 

chinos, enaltecidos 

gracias a iniciativas 

de inversión en 

infraestructura como el 

sector ferroviario.