124
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Mientras que Luttwak señala que:
La penetración de los mercados con la ayuda del
Estado reemplaza las bases y las guarniciones
militares desplegadas en el extranjero, así como la
influencia diplomática. Estas actividades representan
las actividades cotidianas de las empresas privadas
que trabajan por motivos meramente comerciales.
Pero cuando el Estado interviene, cuando anima,
asiste o dirige estas mismas actividades, no es ya solo
economía sino geoeconomía (1995, p. 42).
Como unidad de análisis, la geoeconomía posee
una serie de particularidades que se pueden identificar
de acuerdo a las motivaciones y la racionalización de
los elementos señalados por Lorot y Luttwak. Esta
revisión teórica es propuesta por Mikael Wigell, quien
dice que existen dos marcos estratégicos dentro de la
geoeconomía: competitivo y cooperativo. De acuerdo a
esta estructura, el competitivo está vinculado con el neo-
mercantilismo y el neo-imperialismo, generando juegos
de suma-cero. En donde la decisión de estos poderes es
unilateral y obliga a sus vecinos a someterse al interés
nacional. Mientras que el cooperativo se relaciona con el
liberalismo institucional y la hegemonía, que al contrario
del primer par provocan juegos de ganancias relativas.
Según Wigell (2016, pp. 141-145), la característica principal
de este tipo de estrategias es que no son coercitivas y
se promueven a través de acuerdos institucionales como
una medida «suave» de dominación vía cooperación.
Como se mencionó en secciones anteriores, es
claro el posicionamiento gradual de China dentro de estos
dos continentes a través de distintos esquemas. Uno de
los aspectos que se ha debatido durante varios años es el
bajo perfil de China al exterior. No obstante, el objetivo
de este análisis no es limitarnos a este debate, sino
retomar otros aspectos teóricos dentro de las relaciones
internacionales que nos permita plantear un escenario
más allá de aspectos ya revisados.