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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

aceptó postergar una gran movilización planeada para 

el 3 de noviembre para contribuir al mejor desarrollo de 

las conversaciones. En efecto, el enviado advirtió a los 

dirigentes de la MUD que «podría haber muertos» en la 

manifestación, lo cual perjudicaría al diálogo (Piqué, 2016).

Esta decisión fue percibida por muchos de los 

seguidores de la MUD como una muestra de cobardía o, en 

el mejor de los casos, un grave error político. Los intentos 

de justificación racional de la decisión se encontraron 

frente a una explosión de frustraciones y desconfianza 

que había sido contenida mientras existía la esperanza 

de cambio por medio del revocatorio. Esta percepción 

se acentuó cuando la información sobre el diálogo fue 

hábilmente manipulada para dar la impresión de que la 

MUD había aceptado los principales puntos de vista del 

Gobierno, y cuando este desconoció en la práctica los 

compromisos que había adquirido frente a los mediadores 

y la oposición.

La frustración del diálogo inclinó otra vez el 

péndulo hacia las posiciones más radicales. Se anunció 

que la primera iniciativa del nuevo período de la Asamblea 

inicial, a realizarse en enero de 2017, sería declarar la 

responsabilidad política del presidente en la crisis del 

país. Esta declaración, en efecto se hizo, pero sabiendo 

que sus efectos son meramente simbólicos, ya que no 

tiene valor práctico sin el aval de los poderes «moral» y 

judicial, que obviamente ignoraron la iniciativa.

Se pasó entonces a otra acción aparentemente más 

radical pero igualmente ineficaz: la Asamblea declaró el 

«abandono del cargo» por el presidente Maduro, basándose 

en que su gestión se había apartado del cumplimiento 

de la Constitución, por lo cual no lo ejercía según estaba 

estipulado. Esta curiosa torsión de los conceptos para 

que el ejercicio del poder se convirtiera en su abandono 

fue reivindicada por los sectores más radicales, según los 

cuales la declaración significaba que Maduro ya no era