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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
elecciones de gobernadores de diciembre de ese año.
No obstante, la oposición aumentó significativamente su
votación, dejando atrás la etapa en que era una minoría
desorganizada e ineficaz.
El extremo personalismo con el que Chávez
había ejercido el poder no había permitido preparar una
sucesión ordenada. No habiendo un primus inter pares
en la alta dirigencia del partido de gobierno, comenzaron
los proyectos de acomodos, alianzas y desplazamientos
en la élite de poder, incluyendo a las militares. Ante la
imposibilidad de encontrar un líder con evidente consenso,
correspondió al mismo caudillo, en su última aparición
pública de diciembre de 2012, designar al delfín: Nicolás
Maduro, ex ministro de relaciones exteriores y miembro
del círculo más cercano a Chávez.
El gobierno de Maduro
La previsible muerte de Chávez, en marzo de
2013, desencadenó el proceso electoral requerido por
la Constitución que obligaba a elegir al sucesor en un
lapso muy breve. Inicialmente no había dudas sobre la
victoria del chavismo, pues se consideraba que el factor
sentimental influiría sobre un gran número de electores
para que obedecieran a la exhortación de Chávez a
respaldar a Maduro.
En forma sorpresiva, el resultado fue tan estrecho
que permitió dudar de su autenticidad, lo que llevó al
candidato opositor, Henrique Capriles, y a la Mesa de
Unidad Democrática (MUD), coalición que lo respaldaba,
a denunciar numerosas irregularidades en la votación y
exigir un recuento de los sufragios. Esta exigencia fue
desechada por el Consejo Nacional Electoral y, ante las
amenazas de una severa represión, Capriles y la MUD
decidieron suspender las protestas a las que habían
convocado; en lugar de ello presentaron a los organismos
electorales y judiciales las pruebas de las irregularidades,
con el previsible resultado de que fueron ignoradas.