98

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

elecciones de gobernadores de diciembre de ese año. 

No obstante, la oposición aumentó significativamente su 

votación, dejando atrás la etapa en que era una minoría 

desorganizada e ineficaz.

El extremo personalismo con el que Chávez 

había ejercido el poder no había permitido preparar una 

sucesión ordenada. No habiendo un primus inter pares 

en la alta dirigencia del partido de gobierno, comenzaron 

los proyectos de acomodos, alianzas y desplazamientos 

en la élite de poder, incluyendo a las militares. Ante la 

imposibilidad de encontrar un líder con evidente consenso, 

correspondió al mismo caudillo, en su última aparición 

pública de diciembre de 2012, designar al delfín: Nicolás 

Maduro, ex ministro de relaciones exteriores y miembro 

del círculo más cercano a Chávez.

El gobierno de Maduro  

La previsible muerte de Chávez, en marzo de 

2013, desencadenó el proceso electoral requerido por 

la Constitución que obligaba a elegir al sucesor en un 

lapso muy breve. Inicialmente no había dudas sobre la 

victoria del chavismo, pues se consideraba que el factor 

sentimental influiría sobre un gran número de electores 

para que obedecieran a la exhortación de Chávez a 

respaldar a Maduro.

En forma sorpresiva, el resultado fue tan estrecho 

que permitió dudar de su autenticidad, lo que llevó al 

candidato opositor, Henrique Capriles, y a la Mesa de 

Unidad Democrática (MUD), coalición que lo respaldaba, 

a denunciar numerosas irregularidades en la votación y 

exigir un recuento de los sufragios. Esta exigencia fue 

desechada por el Consejo Nacional Electoral y, ante las 

amenazas de una severa represión, Capriles y la MUD 

decidieron suspender las protestas a las que habían 

convocado; en lugar de ello presentaron a los organismos 

electorales y judiciales las pruebas de las irregularidades, 

con el previsible resultado de que fueron ignoradas.