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/ De esclavas y de siervas: víctimas del crimen en Guatemala

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Han perdido sus nombres,  han perdido su familia y amigos, tendrán 
que callar por siempre. Libres o en la cárcel han perdido su identi-
dad. Luego de ser apresadas, o cuando alguna logra escapar: “Son 
desechables”, dice Carlos Menocal.

Las que están en la cárcel parecen tranquilas, serenas. No se observa 
en ellas una urgencia desesperada por que pase el tiempo, no hablan 
de salir, no hablan de libertad o de pedir apelaciones en sus senten-
cias. No hablan de futuro.

Quizás, sólo quizás, porque el horror está afuera.