Pz

P

/ De esclavas y de siervas: víctimas del crimen en Guatemala

53

-No, no creo que sean ellas las que participan. En todo caso, ayudan 
a cargar una pierna, o algo así.

“Es el empoderamiento negativo”, afirma Norma Cruz, quien di-
rige la Fundación Sobrevivientes, que apoya procesos judiciales en 
los que las víctimas son mujeres y niños.

A pesar de haber sido  promotora principal de la Ley contra el Femi-
cidio, de proteger con uñas y dientes los derechos de las mujeres,  
reconoce que la participación de las mujeres va en aumento.

Alejandra, desde el café, ante la misma pregunta: ¿Son más violen-
tos los hombres?

-Una mujer dolida y despechada comete los peores crímenes, la ira 
te motiva. La mujer es más vulnerable, entonces lo pensamos mejor, 
nos tienen que hacer mucho daño para hacerlo.

Pero sí, reconoce, no sólo actúan por venganza. Hay también “ga-
tilleras” profesionales.

****

Es imposible negar que ellas también realicen actos violentos; pero 
es aún más imposible de negar, que ellas resultan siendo las prim-
eras víctimas de esa violencia. Para estar en la pandilla se tiene que 
cumplir con los rituales, los de iniciación y los que permiten man-
tener las “lealtades”. La estrategia más sencilla para impedir la tra-
ición, el robo, la huida es la reproducción del miedo dentro de los 
mismos miembros. Quien traiciona recibe un castigo. Las mujeres 
que entran, juegan bajo las mismas reglas.

Los crímenes y asesinatos registrados por las fuerzas de seguridad, 
no se relacionan directamente por conflictos y vendettas entre pan-