Alejandra Gutiérrez Valdizán /

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Dinora viaja a la Ciudad de Guatemala y es llevada a el Cow Boys 
III, en zona 6, la misma zona donde se ubicaba veinte años atrás 
la casa donde Carolina estuvo encerrada. El Cow Boys se sitúa en 
la Calle Martí, vía muy transitada por donde circula todo el trans-
porte que viene del Atlántico al centro de la ciudad. El Cow Boys 
III funciona dando la cara al público como un “club nocturno”, con 
los papeles en regla –para que funcione como expendio de bebidas 
alcohólicas-. Es en este sitio donde le quitan la identificación a Di-
nora y la obligan a prostituirse. La fiscalía en Guatemala llevaba un 
tiempo investigando el local, pues había recibido denuncias desde 
Nicaragua. Se hace un allanamiento, pero Dinora calla y no declara, 
dice que está por su voluntad. Las otras muchachas hacen lo mismo, 
callan. La captadora –la figura de la persona que hace “contrata-
ciones” o “cuida” a las mujeres– se hace pasar por una de las tra-
bajadoras sexuales. Llega migración y al no haber denuncia, no las 
consideran víctimas y las expulsan del país. Víctimas y tratantes en 
un mismo viaje.

Pasan la frontera y allí las espera un taxi. Víctimas y tratantes re-
gresan juntas a Guatemala. Entonces las llevan a una casa en zona 
5, las mantienen encerradas y nuevamente las explotan. Después de 
unos meses Dinora logra escapar, se acerca a la policía y les pide que 
la regresen a su país de origen, la trasladan a Migración y allí dicen 
que ella debe pagar una multa porque se excedió en el tiempo de su 
residencia en Guatemala –a pesar de que los cuatro países que for-
man el CA4 permite a los centroamericanos circular libremente por 
Guatemala y permanecer en el país por seis meses; y la Constitución 
reza que pueden recibir la nacionalidad con sólo pedirla-.

Ella se comunica con un cliente y éste le da dinero para el taxi y le 
recomienda ir a la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH). Allí 
se encuentra con Sandra Gularte, jefa de la Unidad para la Preven-
ción de Trata, quien detecta que Dinora es una víctima –pasó por la