INCENTIVOS DETERMINANTES DE LA INVERSIÓN PÚBLICA EN GUATEMALA: UNA APROXIMACIÓN CON BASE EN LA TEORÍA DE JUEGOS 

REVISTA ACADÉMICA ECO (16) : 25-47, ENERO / JUNIO 2017

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Otro obstáculo posible es la desalineación de incentivos. Al hacer pública la 
información, los funcionarios pueden creer inconveniente transparentar algunos 
aspectos sobre su función y opacar las actividades públicas para evitar ser 
penalizados. Como consecuencia, pueden limitar los instrumentos participativos 
o aumentar intencionadamente los costos de la participación. Por su parte, la 
ciudadanía tiene pocos incentivos a participar, informarse, monitorear y reclamar 
ante al Estado; porque son acciones con un alto componente de bien público.

En la segunda fase, cuando el ciudadano ya posee la información, debe comprenderla 
para poder usarla efectivamente y manifestar o no su disconformidad. Un 
obstáculo es que el Estado disemine información oportuna o no pueda responder 
eficazmente a las demandas ciudadanas. Desde la ciudadanía, implica que los 
ciudadanos participen poco, que lo hagan de manera inefectiva o que directamente 
no participen. 

Por el otro lado, procesar la información puede requerir cierto grado de 
tecnificación, impidiendo la participación de un buen porcentaje de la población, 
ya que en promedio Guatemalatienen bajos niveles de escolaridad (4.9 años) y de 
calificación (INE, 2015). Actores mediadores (oenegés, universidades o medios de 
comunicación) ayudan a procesarla para la comprensión de la ciudadanía. Aunque 
se tiene el riesgo que obedezcan a grupos de interés y provean información 
sesgada o incompleta. De hecho, el 18.9 % de los guatemaltecos afirma tener 
mucha confianza, 25.3 % algo de confianza y 38 % poca confianza en los medios de 
comunicación (Latinobarómetro, 2015).

En la línea de lo anterior, los dilemas en la rendición de cuentas podrían afectar la 
movilización de los pobres y su posibilidad de incidir en los hacedores de política. 
En Guatemala, el Grupo Albavisión engloba cuatro canales de VHF y 44 emisoras de 
radio; y se sabe que han canjeado durante varias campañas electorales, espacios 
de aire con información favorecedora por influencia política (Contrapoder, 2015). 

Este problema cobra mayor importancia al considerar que los principales medios 
de información con que las personas se enteran de lo que sucede en el país son: la 
televisión (63.2 %), radio (14.2 %) y comentarios de familiares o vecinos (9.8 %), 
según INE (2015). 

Por otro lado, debe resaltarse que 6.3 % de las personas no se enteran de lo que 
sucede en el país; proporción que se ha reducido con el paso de los años. Esta parte 
de la población tiene menos probabilidades de movilizarse pues no tiene incentivos 
de hacerlo al sentirse ajeno al desempeño del Estado.

Todos los problemas mencionados debilitan las amenazas de penalización 
latentes en el mecanismo ideal de rendición de cuentas y socavan los incentivos 
de los políticos a ajustar su comportamiento (CAF, 2014). Además, la ciudadanía, al 
percibir estas debilidades, puede directamente decidir no participar, minando más 
aun las posibilidades de control externo.