LA METAMORFOSIS EN EL MUNDO DEL TRABAJO
REVISTA ACADÉMICA ECO (16) : 15-24, ENERO / JUNIO 2017
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Introducción
Las sociedades capitalistas se han transformado
profundamente durante los últimos treinta años y,
con ello, las relaciones sociales contemporáneas
han tomado nuevos rumbos. La entrada en vigencia
de un nuevo proyecto político, a finales de la década
de los años setenta, impulsó una nueva forma
de acumulación del capital que modificaría por
completo las relaciones laborales y que, al mismo
tiempo, generaría el surgimiento de tendencias
laborales cada vez más heterogéneas, complejas y
contradictorias.
Para el sociólogo Ricardo Antunes (2000), el
surgimiento de ciertas tendencias en la contratación
de trabajo como lo son las formas flexibles, parciales,
precarias y que marginalizan a ciertos sectores de la
población; pueden considerarse como los elementos
a partir de los cuales se ha originado una mutación
de las relaciones laborales. Dicha mutación involucra
un rompimiento no solo en la manera en que se
desarrollan las actividades objetivas de producción,
es decir, las condiciones bajo las cuales los
trabajadores se insertan, organizan y desenvuelven
dentro de los procesos productivos, sino también en
los esquemas subjetivos de los trabajadores, es decir,
la forma en la que estos se perciben a sí mismos, su
razón de ser y el papel que creen desempeñar dentro
de la sociedad.
El objetivo de este artículo se centra en discutir
brevemente las razones por las que las condiciones
objetivas y subjetivas del trabajo, han posibilitado
el surgimiento de una metamorfosis del mundo del
trabajo. Para ello, se presenta la discusión en tres
secciones: en la primera, se presenta una discusión
sobre el impacto de las transformaciones en la
forma de organización productiva generada como
resultado de la implementación de los principios
toyotistas, así como el papel que han desempeñado
los mecanismos financieros en la división del
trabajo; en la segunda sección, se discute el
surgimiento de una nueva subjetividad en la clase
trabajadora, a partir de la cual se ha desarrollado
una visión particular del papel que cree desempeñar
en la sociedad, para finalmente concluir, que
son estas condiciones las que han originado una
metamorfosis en el mundo del trabajo.
1. Transformaciones objetivas de producción
Al analizar la historia económica de las últimas
décadas, es evidente que las tendencias laborales
que son dominantes hoy en día se han originado
en una serie de reestructuraciones productivas
propuestas por el japonés Taiichi Ohno, alrededor
de los años cincuenta, con el objetivo de innovar
el modelo de gestión de la industria automotriz
japonesa de Toyota. Este modelo se funda, por un
lado, en la introducción de un conjunto de estrategias
basadas en mecanismos tecno-científicos, cuyas
características son opuestas a las formas de
organización del trabajo taylorista y fordista
2
, y por
otro, en el establecimiento de estructuras laborales
diversas, flexibles y polivalentes.
La relevancia de este nuevo modelo de gestión
para el establecimiento de un nuevo orden en las
relaciones laborales puede analizarse a partir de sus
dos principios fundamentales:
2 El taylorismo se refiere a una forma de organización de
la producción industrial que se basa en los principios de
organización científica desarrollados por Frederick W. Taylor en
1911, cuyo objetivo era aumentar la productividad a través de
la reducción del control del obrero de oficio sobre los tiempos
de producción. Estos principios son relevantes en cuanto a que
marcaron una época de fuertes modificaciones en los procesos
de producción industrial y que, posteriormente, ejercerían una
fuerte influencia en la forma de producción fordista. Por su parte,
el fordismo se refiere a la forma productiva capitalista puesta
en práctica a partir de la década de los años treinta, y que daría
paso a la gestión industrial basada en la producción en masa.
Este sistema fue fundamental en cuanto a que no solamente
configuró nuevos criterios de racionalización del trabajo dentro
de la fábrica, sino que transformó por completo la esfera del
consumo y el papel que se consideraba debía desempeñar el
Estado en la reproducción de la clase trabajadora.