STEVE K. E. MEJÍA REVOLORIO
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REVISTA ACADÉMICA ECO (15) : 53-70, JULIO / DICIEMBRE 2016
1. Marco teórico: ciclo del crédito
El ciclo del crédito es un tema reciente que surge en las últimas décadas y toma
fuerza en los últimos años a raíz de los cambios en las economías y su relación con
las crisis financieras, la literatura sobre el tema se ha ido enriqueciendo reciente-
mente debido a la necesidad de comprender este fenómeno y llenar las brechas
persistentes en la teoría.
Como bien es sabido, al hablar de ciclos se hace referencia a las fluctuaciones que
sufre una variable respecto a su tendencia, como consecuencia de choques de otras
variables que impactan en ella y la alejan de su tendencia de largo plazo, el estudio
de los ciclos primordialmente se ha referido a la actividad económica, su análisis se
remonta al siglo XIX con el estudio de Juglar que remarcaba un ciclo de inversión fija
-de siete a once años-. En el siglo XX se conoce el ciclo de inventario de Kitchin -de
tres a cinco años-, el ciclo de inversión de infraestructura de Kuznetz -de quince a
veinticinco años- y el ciclo tecnológico de Kondratiev -con una amplitud de cuarenta
y cinco a sesenta años-. Tiempo después Schumpeter sostiene que el ciclo de Juglar
está conformado por: la expansión, crisis, recesión y recuperación. Posteriormente el
tema es tratado por Burns, Mitchell, Lucas, Kydland y Prescott entre otros (Zhu, 2011).
De forma paralela a esta temática se ha investigado continuamente (en las últimas dé-
cadas) el vínculo que existe entre el desarrollo financiero y el crecimiento económico,
tema que ha resultado controvertido debido a la negativa de muchos investigadores
para aceptar como válida esta relación, por lo que recientemente la investigación ha
mostrado evidencia empírica que sustenta esta premisa (Levine, 1997).
Como tal, no existe un consenso para definir el ciclo financiero, pero debido a la
investigación ha sido posible identificar: (i) que este es mucho mejor descrito en
términos del crédito y los precios de propiedades inmobiliarias; (ii) tiene una fre-
cuencia menor que la de los ciclos económicos, en economías avanzadas pueden
durar dieciséis años a diferencia de la duración del ciclo económico que va uno a
ocho años; (iii) la fase de auge está estrechamente asociada con las crisis finan-
cieras; (iv) permite detectar previamente los riesgos de enfrentar dificultades finan-
cieras; (v) su duración y amplitud varía dependiendo de los regímenes de política,
tales como el régimen financiero, monetario y de economía real (Borio, 2012).
Entender los ciclos financieros permite comprender las fluctuaciones del ciclo
económico tal y como se ha evidenciado en las recientes crisis, un seguimiento del
ciclo del crédito permitirá anticipar la evolución de otras variables económicas así
como constituir una herramienta para identificar situaciones de riesgo para la esta-
bilidad financiera (Anguren Martín, 2012).