ALMA DEL CID
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REVISTA ACADÉMICA ECO (14) : 71-84, JUNIO 2016, ISSN: 2312 - 3818
Conclusiones
Es insuficiente contar con indicadores macroeconómicos positivos para el país, cada
vez se hace más necesario que la política pública tome en cuenta las diferencias
entre regiones y culturas. Es urgente enfocar recursos para fomentar en ellas, tanto
la capacidad de generar sus propios ingresos, como la valoración de sus saberes,
costumbres, contexto, etc.
La asociatividad propuesta como forma de innovación traería beneficios colectivos,
al desarrollar la potencialidad para vivir cada una de las necesidades humanas, que a
su vez devuelven satisfacción a personas y a grupos. Este tipo de innovación podría
revertir las patologías sociales de las cuales las sociedades están padeciendo.
Implementar prácticas de economía de solidaridad a través de la asociatividad
conlleva también cierto nivel de riesgo, ya que todos los integrantes deberán
compartir valores y nivel de compromiso en el cumplimiento de acuerdos, de lo
contrario los resultados podrían ser negativos.
Generar políticas públicas encaminadas a propiciar la economía de solidaridad
podría coadyuvar para la comprensión de distintos actores sobre la importancia
y procedimientos a seguir para lograr la inclusión de la solidaridad a la economía.
De esa forma crear valor compartido que los lleve a experimentar eficiencias
productivas y también sociales.