ALMA DEL CID
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REVISTA ACADÉMICA ECO (14) : 71-84, JUNIO 2016, ISSN: 2312 - 3818
económico-políticos de ese pensamiento han demostrado no ser la solución. Se
han derrumbado, dejando sociedades con altos niveles de frustración y ciertas
incapacidades de adaptación a sistemas abiertos (que en cierta forma promueven
la libertad de las personas y su capacidad).
Lo que se propone en este artículo es valerse de los principios de la economía
de solidaridad, del sistema de derecho y del desarrollo territorial para potenciar
el trabajo que realizan las mipymes, logrando así satisfacer en mayor medida
las necesidades humanas (no solo las de subsistencia sino las trascendentales),
contribuyendo con ello a encaminarse en la senda del desarrollo sustentable de sus
territorios.
2. Una forma innovadora de hacer economía para el
desarrollo desde la mipyme
El reto de innovar la mayoría de veces se asocia con el uso de tecnologías, con el
surgimiento de nuevos productos, con necesidad de mayor inversión económica.
Sin embargo, existen otras formas de innovación que implican menos compromiso
de la parte económica, y que desde el plano social pueden impactar positivamente
en el ámbito económico productivo, social y hasta político. Me refiero en este
punto a la economía de solidaridad, que es “simplemente” incorporar solidaridad
en la economía.
Esta teoría nace en la búsqueda “[…] tendiente a identificar y formular un nuevo
modo de organización económica, que pudiera postularse como una alternativa
económica eficiente, al menos a un nivel microeconómico o a nivel sectorial […]”
[…] concebir y crear un tipo de empresas que fueran eficientes y que
al mismo tiempo tuvieran valores y modos de relación efectivamente
solidarios; organizaciones justas en cuanto al modo de distribución de los
ingresos, al modo de propiedad, al modo de organizar económicamente
sus actividades (Razeto, s.f.).
El autor buscaba que hubieran todos esos elementos de integración humana, que
hacen al hecho comunitario, y que operando en el mercado alcanzara viabilidad y
eficiencia sin tener que depender de beneficios o apoyos.
En investigaciones realizadas por Razeto en organizaciones como las cooperativas,
encontró “ineficiencias”, las cuales son equiparables con organizaciones similares
y con empresas familiares guatemaltecas: basarse en la cooperación y no en la
competencia, poner el trabajo por sobre el capital y al hombre por sobre las cosas,
hacer economía aplicando valores humanos y sociales de justicia, solidaridad,
relativa autonomía, libertad.
Las cooperativas despliegan iniciativas de desarrollo local que intentan beneficiar
a la comunidad, buscan generar empleos y resolver problemas de pobreza o