ANDRÉS ROSALES VALDÉS

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REVISTA ACADÉMICA ECO (14) : 85-101, JUNIO 2016, ISSN: 2312 - 3818

2. Un caso de estudio

A principios del mes de febrero del año 2008 la Dirección General Académica, 
que funge como la autoridad universitaria que tiene bajo su responsabilidad 
la consecución de los objetivos académicos de las funciones sustantivas de la 
Universidad Iberoamericana Torreón-México (Ibero Torreón, de México), una 
institución integrante del Sistema Universitario Jesuita en México, convocó  a la 
conformación de la “Comisión de revisión de planes de estudios para la apertura 
y cierre de programas académicos en la Ibero Torreón” para integrar una nueva 
comisión en la Universidad que, tendría como principal objetivo llevar a cabo un 
análisis de la oferta de planes de estudios actuales en la Ibero Torreón, y proponer 
la apertura y/o cierre de programas académicos en la universidad.

Esta comisión nace de la inquietud del Consejo de Rectoría con el afán de retornar 
diversos estudios del entorno y de mercado, para poder proponer algunas 
licenciaturas y posgrados nuevos e ir previendo qué programas académicos 
deberían cerrarse y en qué medida (a corto, mediano o largo plazo). También se 
trata de explorar no solo nuevas posibilidades de oferta, sino distintas modalidades: 
¿a distancia?, ¿programas mixtos: presenciales y a distancia?, ¿abiertos?, ¿carreras 
técnicas?, ¿nocturnas? Incluso, elaborar recomendaciones para los nuevos planes, 
como la integración de mayor número de horas a las prácticas profesionales, otros 
idiomas, estancias laborales, semestres de campo, etcétera.

Esta labor encomendada es de gran relevancia, pues de ella depende en gran 
medida la sustentabilidad financiera de la institución, pues parafraseando a San 
Ignacio de Loyola, debemos adecuar las instituciones “según tiempos, lugares 
y personas” y finalmente el producto estrella de toda institución educativa son 
sus planes de estudio, base primordial de la calidad académica, y mantenerlos 
actualizados y a la vanguardia de las necesidades del entorno y del modelo educativo 
es elemental para garantizar un futuro financiero estable en la universidad, pues 
una institución de educación superior no puede quedarse estática, debe atender 
los signos de los tiempos actuales, basados en diversos criterios de pertinencia de 
los programas académicos que se ofrecen y los que pudieran ofrecerse en el futuro, 
de conformidad con los requerimientos del sector productivo, público y social, las 
necesidades específicas del entorno, la demanda escolar, la pirámide poblacional, 
niveles de colocación en el mercado laboral, así como la factibilidad del desempeño 
del programa educativo en el corto, mediano y largo plazo.

Así pues, la comisión quedó integrada el 8 de febrero de 2008 por un equipo 
multidisciplinar de cinco personas, proveniente de distintas áreas y niveles de la 
institución, y desde esa fecha se sesionó semanalmente de manera presencial 
por espacio de tres horas, además del trabajo personal que cada integrante de la 
comisión realizó y que compartía por medios electrónicos.