REVISTA ACADÉMICA ECO
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Los beneficios económicos de los resultados del uso de los recursos están
documentados en diferentes indicadores como el Producto Interno Bruto, mientras
que los costos económicos a causa de las externalidades no (Gálvez, 2011). Los
costos de degradación de servicios ecosistémicos son difíciles de medir en términos
económicos. Contabilizar implica asignar montos de acuerdo a ciertos referentes o
parámetros a ciertos fenómenos para poder introducirlos a un análisis económico
que utiliza en todas sus mediciones al dinero como unidad. Para que el mercado
funcione los precios deberían reflejar las externalidades negativas (Coase, 1960).
La pérdida natural tiene costos económicos, la clave es asignarle un valor; de
esta manera se internalizan los impactos negativos al mercado (Kocian, Batker, y
Harrison-Cox, 2011). Así, se logra determinar si el costo social de cierta actividad
económica es mayor a su beneficio (ibídem, 2011). De esta manera se confronta
a los usuarios del recurso con las consecuencias de sus acciones y proporciona los
incentivos que permitan asignar los recursos de manera eficiente (Weil, 2006). “Es
común que los actores obren conforme a información incompleta” con resultados
ineficientes (North D. , 2006) Más información acerca del impacto sobre los
ecosistemas pudiera resultar en mejores decisiones individuales (Ostrom, 2008).
Vale la pena mencionar que la propiedad privada no garantiza por sí sola el buen
manejo del recurso, no impide la sobreexplotación o daño. Los procesos industriales,
los fertilizantes y la basura contaminan el aire, los ríos y la tierra. El cambio del uso
del suelo para agricultura elimina bosques y sus ecosistemas. Es evidente que los
países emergentes están buscando ante todo crecer, y están dispuestos a sacrificar
el medio ambiente para hacerlo, imitando la pauta de los mismos países avanzados
(Weil, 2006) (Banco Mundial, 2000).
Decisiones ineficientes en el uso de recursos comunes ocasiona pérdidas
irrecuperables para toda una sociedad. ¿Se puede dejar en decisiones individuales,
las de interés social? No cuando existe una disparidad entre los incentivos
privados y el bienestar social (North D. , 2006). Los costos sociales que implica la
sobreexplotación de los recursos ecosistémicos se pueden contabilizar, pero ¿cómo
se introduce esta información a la toma de decisiones de los mercados? El tema de
la regulación se debe introducir. Puede estar todo contabilizado, pero el punto es
¿cómo se fuerza al mercado a tomar este costo también en cuenta? Una solución
puede estar en la interacción del Estado.
1.3. El Estado, como regulador
El Estado se considera comúnmente como el ente regulador y protector del bien
común y puede fungir como encargado directo de administrar ciertos recursos o
formulando leyes e imponiendo justicia. Con reglas adecuadas se lograría evitar
la sobreexplotación y destrucción del ecosistema (Ostrom, 2011). Las leyes deben
reflejar sabiduría y honradez necesarias para decidir cuánto debe utilizarse del
recurso, pero también los medios para obligar a cumplir con esas decisiones
(Ostrom, 2011). Cuando se degradan los ecosistemas suele faltar una de esas
condiciones (Weil, 2006).