REVISTA ACADÉMICA ECO

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manera para estimar la estabilidad bancaria, se 
espera que al menos tenga un enfoque razonable.

En la misma línea, Gadanecz y Jayaram (2008), 
señalan que algunas instituciones han comenzado 
a desarrollar medidas que reflejan las condiciones 
de un sector clave como la banca. Esto es muy 
importante ya que revela que las instituciones han 
comenzado a presentar una visión sistémica de los 
riesgos y las perspectivas cualitativas a través de 
gráficos e índices cuantitativos individuales. 

A pesar de la falta de consenso para la construcción 
de estos indicadores, existen esfuerzos aislados 
en varias partes del mundo para monitorear la 
estabilidad financiera. Por ejemplo, Hanschell 
y Monnin (2005) crearon un índice de estrés 
para bancos en Suiza, con variables puramente 
cuantitativas, como precios de mercado y otras 
informaciones de hoja de balance. 

Hakkio y Keeton (2009) proponen un índice de estrés 
financiero para Kansas City mediante un coeficiente 
único que captura las variables esenciales que 
consideran que existen en situaciones de estrés, 
tales como la volatilidad en los precios de los activos, 
el costo de los préstamos y los mayores niveles de 
retorno exigidos por los inversionistas.

Con el fin de hacer posible la comparación de la 
solidez del sistema financiero como un todo en 
el tiempo y la detección de posibles tendencias 
adversas, Cheang y Choy (2009) construyeron un 
índice financiero agregado para Macao; haciendo 
una selección adecuada de los indicadores de solidez 
financiera propuestos por el FMI, eligen diecinueve 
ratios financieros para un periodo de quince 
años, los cuales combinan en un índice financiero 
agregado mediante un proceso de normalización 
estadística de las variables.

En un enfoque basado en hojas de balances, Estrada 
y Morales (2009) construyen un índice de estabilidad 
financiera para la República de Colombia, utilizando, 
tanto el método de igualdad de varianzas, como 
modelos de respuesta cualitativa. Recientemente, 
Jhan y Kick (2012) construyeron un indicador de 
estabilidad financiera para el sistema bancario 
alemán, el cual está basado en la información sobre 

todas las instituciones financieras en Alemania 
entre 1995 y 2010. 

En la siguiente sección se describirá con mayor 
detalle el método utilizado para Guatemala; sin 
embargo, es importante anticipar al lector que este 
indicador solo proporciona señales de un probable 
estado de inestabilidad, incluso en ausencia de 
choques externos. No tiene como objeto pronosticar 
crisis financieras, la interpretación del índice debe 
ser tomada con mucha cautela. 

2.  Metodología y resultados 

Dada la connotación de esta aplicación, y por razones 
prudenciales, se omite el nombre específico de los 
bancos en el documento. Sin embargo, cuando las 
instituciones competentes publiquen información 
de los participantes del sistema financiero, es 
de suma importancia indicar el nombre de cada 
institución, y que la información sea prolija para dotar 
de empoderamiento y criterios de información a los 
agentes económicos, así puedan tomar mejores 
decisiones financieras. Esto permitirá desalentar el 
riesgo moral y la asimetría de la información en el 
mercado financiero guatemalteco. 

La metodología para estimar el IEB, empieza con la 
selección de los ratios financieros adecuados para 
el grupo de instituciones que se quiere analizar (ver 
los indicadores en el cuadro 2), que per se permitan 
conocer la situación financiera.

En segundo lugar, se procede a seleccionar la 
institución más estable, lo cual estará en función de 
aquella entidad que haga de manera más ordenada 
su negocio, en este caso aquel banco que presente 
la menor volatilidad en sus créditos, captaciones y 
utilidades netas, para la cual se estima la desviación 
estándar de cada variable mencionada y luego se 
agrega para cada banco. 

El banco más estable (ver cuadro 1) tiene una 
desviación estándar conjunta de 9.05 y por 
conveniencia se le denominó “banco 1”. El periodo 
de la muestra abarca de diciembre de 2000 a 
diciembre de 2013, con información mensual que 
publica la Superintendencia de Bancos (SIB).