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manentemente pero como el segundo por sus cam-
pos de acción y sobre todo por su ácido sentido del
humor. Un antiguo aliado me había confirmado
que le encantaría verse como ambos, y resumió:
“Es implacable como el primero y oportunista co-
mo el segundo”.
Arenales Forno sonrió, cruzó la sala y dijo:
“Me han llamado muchas veces Fouché y Talley-
rand. Me gustaría parecerme a cualquiera de los
dos y tener tanta influencia.”