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suyo, el otro implicado y un conocido del otro im-
plicado me contaron. “Yo creo que fue algo políti-
co, por una alianza que estaba intentando y que
parte de mi partido no quería”, indicó Arenales,
“pero nunca se me hubiera ocurrido decir, a mí, un
hombre de derecho, sin pruebas, que fue Mario
Taracena”.
Mario Taracena es hoy diputado de la Unidad
Nacional de la Esperanza pero entonces tenía en la
UCN el cargo de Secretario de organizaciones fi-
liales. Ambos eran jóvenes. Taracena me habló de
los problemas que había entre ambos en el partido
y me dijo que un día, durante una gira por Quetzal-
tenango, en Sibilia, Jorge Carpio le advirtió: “Vos,
andáte para la capital. Dispararon a Tono y dice
que fuiste vos”.
Le habían disparado y lo habían tirado donde
los bomberos en la zona 5 en la capital, prosiguió
Taracena. “Allí o en el hospital, sin saber todavía
si se iba a salvar, dijo: fue Taracena, si me muero
fue Taracena”. “Menos mal que su papá, que co-
nocía al mío porque somos familias de políticos,
sabía de dónde venía, hizo sus averiguaciones y
llamó al mío y le dijo que no se preocupara, que
sabía que yo no tenía nada que ver”. Taracena
cuenta que, años más tarde, se reencontraron. Él lo