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Arenales, fue diputado del Congreso en los sesenta
y Registrador de la Propiedad y Registrador Mer-
cantil y también delegado de Relaciones Exteriores
ante la ONU. En los años treinta, un Skinner Klee,
Alfredo, intercambió con Reino Unido las notas
que le permitieron al gobierno insular inscribir a
Belice en la Liga de las Naciones. Hoy, primos,
sobrinos y demás familiares ocupan puestos pri-
mordiales en embajadas primordiales sobre las que
los clanes han cobrado, desde hace décadas, un
derecho extraoficial, extraordinario y plenipoten-
ciario de sucesión.
Su familia es mencionada, no como una de las
principales, por Marta Casaús en su estudio sobre
linaje y racismo en la élite de Guatemala.