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4. Que hay que reconocer los derechos indíge-
nas en las leyes nacionales.
Dejando de lado los detalles, para explicar su
doctrina sobre la multiculturalidad y el plurilin-
güismo se podría decir que según el abogado,
América Latina se divide en dos: la mestiza y la
indígena. Junto a Bolivia, Perú, Ecuador…, Gua-
temala pertenece a la segunda. Ahí se origina el
Gran Problema Nacional. O mejor dicho, no ahí,
sino en un “ordenamiento político-jurídico que no
reconoce esa realidad”.
“Yo creo que el problema básico es ése”, me
dijo, “y nos tenemos que empeñar en reformar
nuestro ordenamiento político-jurídico para que se
adapte a la realidad nacional pluriétnica y multi-
lingüe, que nos permita ese Estado de derecho ab-
solutamente inclusivo. Allí es donde espero jugar
un papel en la modernización del Estado”.
Si el problema básico era que el ordenamiento
del país no se ajustaba a su naturaleza indígena, le
hice notar que en el grupo de discusión del go-
bierno no hay un solo indígena.
–Es sólo un grupo pequeño preparando una
propuesta –justificó. –Todavía hay que socializarlo
con los pueblos indígenas, el sector sindical, el
empresarial, el académico...