Andrés Zepeda /

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municaciones, 1.6 millardos en FONAPAZ, 201 millones en 
Gobernación, 73.9 millones en Educación y 13 millones en 
el ministerio de Salud, según datos proporcionados por el 
gabinete económico. El diario La Hora, en cambio, reporta 
una deuda en salud de 180 millones de quetzales por compra 
de medicamentos que no eran de prioridad para dicho mi-
nisterio, y un déficit del más del 50 por ciento en cobertura.

EPÍLOGO

A título, tal vez, demasiado personal

Entre la Guatemala de tarjeta postal (esa que, con sus re-
codos bucólicos en presurosas vías de extinción, sacamos a 
relucir cada vez que la mala conciencia aguijonea nuestra 
ya de por sí deteriorada autoestima) y la que nos embiste día 
con día en su vorágine de tribulaciones; entre la Guatemala 
que nos gusta evocar y la que nos resistimos a encarar; en-
tre la balsámica mentira que enajena, no enaltece, y la con-
vulsa realidad que nos escupe su veneno y sus fisuras; entre 
los extremos opuestos de este controvertido y contradictorio 
imaginario común de nación bullen las pulsiones que nos 
explican en toda nuestra aparatosa complejidad.

Somos el conflicto resultante de esas pulsiones en juego, a 
menudo autonegadas, operando siempre al amparo falso de 
normas que no se cumplen para unos del mismo modo que 
se aplican en otros. Somos el saldo, para empezar, de una