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Revista Espacios Políticos
Las muchas muertes
de nuestra vida
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1
E
l genocidio alude a la eliminación
sistemática de una población. Lo
determinante es la acción y sus
consecuencias, porque a veces los
genocidas no perciben esta práctica
como una lucha contra una “etnia” o
comunidad, como ha argumentado
irresponsablemente el general Efraín
Ríos Mont. Con el simplismo militar, se
redujo a la comunidad como “base de
apoyo de la guerrilla” y, entonces, el
principio del terror: asesinatos masivos
para intimidar e inhibir a otros. Como
tal, el genocidio no se define solamente
por el asesinato en masa. El impacto no
se reduce a la acción, sino tiene además
implicaciones a lo largo del tiempo
vivido de la comunidad afectada.
Aunque hablamos de un proceso
sistemático, a lo largo de un tiempo
variado y contra una población, el valor
fundamental que se elimina o extermina
1 Estudios de postgrado en filosofía. Trabaja en la
coordinación de las investigaciones estudiantiles
en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
Universidad Rafael Landívar.
es la condición y la calidad humana. Lo
anterior, advierte sobre el riesgo de
que en la abstracción del término se
incurra en el error de anonimizar a las
víctimas. Lo humano es una cualidad
trascendente, y no disminuyen la
violación y la responsabilidad criminal
si eliminan a una persona o a muchas.
Desde el respeto y valoración de lo
humano, el asesinato de una persona es
tan condenable como lo es el genocidio,
cuya gravedad radica en el asesinato
de muchas personas. El asesinato de
un individuo o el exterminio de muchos
tienen como denominador común, la
eliminación de la cualidad trascendente
del humano, que es el hombre, con su
conjunto de relaciones, con su historia
y experiencia acumulada.
El genocidio militar, que siempre
es más escandaloso y como otras formas,
es siempre inhumano y antihumano.
Cualquier
práctica
genocida,
es
componente de una voluntad de
dominación porque responde a un
interés de poder. No es simplemente
un castigo de unos pocos contra otros
muchos. Las diferencias tienen una
historia que moviliza y entonces, el
conflicto toma un argumento étnico-
religioso, o nacional. Pero es engañoso
reducirlo a rivalidades triviales o
banales diferencias “tribales”.
El exterminio indiscriminado
no solamente elimina personas, sino
también culturas y formas de vida,
historias y anhelos. ¿Por qué se impulsó
la creación de “aldeas modelo”? ¿Por qué
se forzó el desplazamiento de cientos
de guatemaltecos? ¿Por qué las tierras