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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

El perito hizo ver que también 

se pusieron en práctica el PLAN 

FIRMEZA OCHENTA Y TRES y EL PLAN 

OPERACIÓN SOFIA, los cuales incluían 

información periódica de las actividades 

militares realizadas, [y que] eran de 

conocimiento de los miembros del 

Estado Mayor; siendo evidente que 

los miembros del Alto Mando tenían 

dominio del poder militar para la 

aplicación de la estrategia; razón por la 

cual podían haber detenido los efectos 

reales que sus subordinados estaban 

produciendo para impedir la violación 

de los derechos humanos, por lo que la 

responsabilidad en el alto mando alcanzó 

al jefe de Estado de facto y comandante 

general del Ejército, en ese entonces 

JOSÉ  EFRAÍN RÍOS MONTT, quien tenía 

liderazgo activo y conocimiento de todo 

lo que sucedía. Por otra parte merece la 

pena indicar que en el anexo H del PLAN 

VICTORIA OCHENTA Y DOS, aparecen 

en la segunda fase del plan, los 

mensajes dominicales, como actividad 

específica a realizarse por parte del 

entonces presidente de la República, 

lo que corrobora que efectivamente la 

actividad fue previamente planificada 

y obedecía a los objetivos específicos 

elaborados. Por lo antes expuesto, 

los juzgadores consideramos que el 

acusado JOSÉ EFRAÍN RÍOS MONTT, 

tuvo conocimiento de todo lo que 

estaba ocurriendo y no lo detuvo, a 

pesar de tener el poder para evitar su 
perpetración, además de estar enterado 

de la existencia e implementación de 

[los] planes VICTORIA OCHENTA Y DOS, 

FIRMEZA OCHENTA Y TRES y PLAN 

OPERACIÓN SOFIA, los cuales autorizó, 

siendo claro al indicar que no se pueden 

implementar planes, sin la autorización 

del comandante general del Ejército. 

Además existe responsabilidad de 

mando, pues el comandante general 

del Ejército, es la máxima autoridad y 

quien ejerce el mando. Indicando que, 

existía la responsabilidad de elaborar 

informes periódicos de operaciones, 

lo que permite establecer que las 

máximas autoridades militares estaban 

enteradas del avance de los planes. 

Dentro de su amplia explicación, el 

perito ROBLES ESPINOZA indicó que un 

D2 o director de Inteligencia Militar, no 

tiene capacidad de mando, por lo que 

no puede ordenar a una base militar, 

no puede ordenar que se entregue 

a un detenido, no tiene injerencia 

en el campo de operaciones y no se 

le puede responsabilizar de ninguna 

acción. Aclarando que, el director de 

Inteligencia no tiene responsabilidad, 

porque no tiene mando sobre el campo 

de operaciones. Explicando que, en el 

caso del Quiché, correspondía [a] la 

Zona Veinte, asignada a la Fuerza de 

Tarea Gumarcaj. 

Los juzgadores aplicando la 

lógica, la psicología y la experiencia, 

como principio de la sana crítica 

razonada, entendemos que, el acusado 

JOSÉ EFRAÍN RÍOS MONTT, como jefe 

de Estado de facto y comandante 

general del Ejército de Guatemala; es 

lógico que tuviera conocimiento de todo 

lo que estaba ocurriendo en las aldeas 

ubicadas en el Quiché, de todas las 

masacres que se estaban cometiendo 

y no las detuvo, a pesar de tener el 

poder para evitar su perpetración. ¿Por 

qué decimos que estaba enterado? 

Porque lógicamente al estar al mando 

del Estado de Guatemala, en su 

calidad de jefe de Estado de facto, 

tenía conocimiento de la planificación 

elaborada para controlar las zonas rojas 

donde creían que estaba la guerrilla, lo 

que les llevó a poner en práctica los 

planes Victoria Ochenta y Dos, Firmeza 

Ochenta y Tres y Plan Operación Sofía,