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Revista Espacios Políticos
con la obligación de los comandos, de
reportar cada quince días la información.
Entre los anexos, aparece la
hoja de distribución, que contempla
la distribución al presidente de la
República y comandante general del
ejército, circunstancia importante
porque sirve para establecer que el
acusado JOSÉ EFRAÍN RÍOS MONTT,
estaba enterado del referido plan.
Además en el anexo “C”, III Ejecución,
primera fase aparecen contemplados
los mensajes dominicales a cargo del
señor presidente de la República, lo que
significa que estos mensajes formaban
parte del plan preconcebido.
Asimismo, se establece que,
como parte del mismo plan, aparece
la participación de los ministerios y
las actividades asignadas a cada uno.
En el anexo F del Plan de Operaciones
Victoria Ochenta y Dos, al referirse a la
situación de las fuerzas enemigas, se
reconoce la existencia de las grandes
masas de indígenas del altiplano de la
nación, la escasez de tierra, la inmensa
pobreza, así como el vandalismo,
violaciones, robos y destrucción de
cosechas, cometidos por el ejército. En
el anexo H [se encuentran] las ordenes
y normativas de conducta emanadas
por el comandante general del ejército
e incorporadas por el Estado Mayor
General del Ejército al Plan Victoria
Ochenta y Dos; lo que aparece explicado
en detalle en el peritaje rendido por
el perito QUILO AYUSO, en donde
recapituló la participación del general
Efraín Ríos Montt, como presidente y
comandante general del Ejército.
En el mismo orden de ideas, el
PLAN FIRMEZA OCHENTA Y TRES da los
lineamientos para prevenir el posible
surgimiento de las organizaciones
subversivas, contemplando entre las
estrategias militares, el aislar a los
delincuentes subversivos para que
estos sean eliminados por medio de
operaciones tácticas; contemplando
entre sus objetivos, el materializar los
enunciados del Plan Victoria Ochenta y
Dos, así como alcanzar el control físico
y psicológico de la población, además
de neutralizar al enemigo y eliminarlo
con operaciones tácticas.
Dentro de este plan, se
establece que cada comando militar
determinará la forma de operar en su
área jurisdiccional, de acuerdo a la
inteligencia y situación propia. Siendo
el comandante el responsable de todos
los aspectos tácticos y logísticos.
El PLAN FIRMEZA OCHENTA Y TRES
contempla, que al ser detectado el
enemigo, deberán de perseguirlo
hasta lograr su captura o destrucción;
estableciendo la obligación de enviar
informes periódicos de las operaciones,
cada quince días.
Entre las estrategias militares,
[se] establece la organización
de la población en Patrullas de
Autodefensa Civil, el control territorial
y poblacional; el apoyo aéreo, a través
del Centro de Operaciones Conjuntas
del Estado Mayor General del Ejército,
teniendo como alterno al Centro de
Transmisiones de la Fuerza Aérea
Guatemalteca. Además de contemplar
en el apéndice Uno de Inteligencia,
que “en las montañas del altiplano
nacional, también hay campamentos
nómadas de refugiados, los cuales son
controlados, movilizados y politizados”
lo que confirma lo dicho por los peritos
ROSADA GRANADOS Y OGLESBY y
testigos que declararon en relación a
la forma en que huyeron a la montaña.