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Revista Espacios Políticos
etnia maya Ixil, destacando la violencia
y humillación a la que fueron sometidas
las mujeres, siendo calificada por la
perito, como una muestra grave de
absoluta deshumanización, pues la
violencia sexual se utilizó en forma
intencionada, lo que concuerda con el
Plan Victoria Ochenta y Dos, destacando
en su declaración y peritaje, el papel
de la mujer Ixil, pues las mujeres son
las encargadas de la reproducción física
del ser humano y la reproducción de
la cultura, lo que hace comprensible a
los juzgadores, que se haya decidido
violar a las mujeres, no solo como botín
de guerra, sino también para lograr
la ruptura del tejido social y lograr la
eliminación de la semilla Ixil. Por lo
tanto, los actos de violencia sexual y
métodos usados, [fueron] formas de
destruir al grupo, comprobándose así la
intención de destruir al grupo completo,
siendo las violaciones sexuales a las
mujeres, prueba objetiva de la intención
de destruir al grupo Ixil.
A este análisis se une la
declaración y peritaje efectuado por
el doctor JAIME ROMEO VÁLDEZ
ESTRADA, que da a conocer el ataque
armado realizado en forma sistemática
por parte de miembros del ejército,
lo que afectó el tejido social de las
comunidades Ixiles, que se vieron
obligadas a refugiarse en las montañas.
En su peritaje, el doctor VALDEZ
ESTRADA indica como los ixiles
fueron capturados siendo, obligados a
conformar las Patrullas de Autodefensa
Civil, lo que contribuyó a alterar su
identidad, generando rebeldía, así como
cambios en su cultura para sobrevivir y
hacer frente a la situación. En su amplio
peritaje, indica cómo la situación de
violencia produjo la destrucción de la
cultura maya Ixil; describiendo como
el desplazamiento forzado violentó
sus derechos culturales, entre ellos la
posibilidad de enterrar a sus muertos.
En forma objetiva hace ver como
el ataque violento hacia las víctimas y
la destrucción del maíz, como alimento
sagrado, representa una de las prácticas
para quebrar la voluntad del pueblo
Ixil. En forma didáctica, el historiador
explica cómo las relaciones cotidianas
de convivencia del pueblo Ixil se rompen
porque el ejército llegó a considerarlos
como objetivo de guerra, lo que explica
que el conflicto armado conllevara
una organización, pues no se realiza
en forma espontánea. Este peritaje
histórico también sirve para determinar
el dolor que experimentaron los Ixiles
al ser desarraigados, obligándoles a
abandonar sus tierras, su mundo y sus
costumbres; rompiendo así el contacto
con sus antepasados, con el afán de
quitarles sus elementos culturales.
Punto muy importante de su peritaje
lo constituye el establecer que la mujer
fue objetivo de guerra, concluyendo
que a las mujeres embarazadas se les
[extrajo] el [ser], porque es “una semilla
que hay que matar”, circunstancia que
apreciamos los juzgadores, porque
evidencia en forma objetiva la intención
de hacer desaparecer al grupo maya
Ixil, buscando romper con la figura de
la mujer, porque es [la] portadora de
vida, la que transmite los valores de la
comunidad y la que da los conocimientos
básicos para la vida.
Siendo admirable para los jueces
la forma en que los Ixiles han defendido
su identidad cultural, aún en medio
de la adversidad, porque es claro que
incluso se prohibió hablar el idioma
materno, el cual han conservado como
elemento cultural de resistencia a la
imposición cultural y militar a la que