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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

y mujeres], se constata que en las 

comunidades Ixiles se produjeron 

muertes en forma violenta, las cuales 

fueron perpetradas por el Ejército de 

Guatemala, lo que provocó que los 

sobrevivientes huyeran a la montaña 

para proteger sus vidas. A través de 

esas declaraciones también ha quedado 

establecido que los habitantes de dichas 

comunidades eran indígenas del área 

Ixil que se dedicaban a la agricultura, 

principalmente al cultivo de milpa. 

A lo largo de las declaraciones de 

los testigos aportados por el Ministerio 

Público y las querellantes adhesivas, los 

juzgadores hemos podido constatar que 

en las incursiones violentas, realizadas 

por el ejército, se produjeron los 

mismos patrones de conducta: muerte 

violenta de las personas con cuchillos 

o con armas de fuego, incendio de 

las viviendas, inclusive con personas 

adentro de las mismas; muerte 

sistemática de niños, adultos y ancianos 

en forma discriminada, que sembró el 

terror en las personas que lograron huir 

y sobrevivir en la montaña.

 

También al escuchar a los 

testigos propuestos por el Ministerio 

Público y de las instituciones que actúan 

como querellantes adhesivas, pudimos 

constatar el dolor de las víctimas, quienes 

tuvieron conocimiento de la muerte de 

sus seres queridos y experimentaron 

la impotencia de no poder hacer nada 

para evitarlo, quedándoles únicamente 

la opción de huir a la montaña en 

donde se refugiaron; siendo totalmente 

necesario dar a conocer que las 

personas que huyeron a la montaña, en 

las diferentes regiones del área de Santa 

María Nebaj, San Juan Cotzal y San 

Gaspar Chajul, estuvieron refugiados 

aguantando hambre, muriendo algunas 

personas que no pudieron resistir la 

falta de alimentos y medicinas. 

Las declaraciones rendidas 

por las mujeres Ixiles [aparecen 12 

nombres de mujeres] demuestran 

que fueron violadas sexualmente por 

soldados del ejército, siendo evidente 

el dolor que todavía experimentan al 

recordar los hechos, pues se utilizó 

violencia física y psicológica en contra 

de ellas al ser abusadas sexualmente y, 

según manifestó una de ellas, inclusive 

fue violada por aproximadamente 

veinte soldados durante el tiempo que 

estuvo en el calabozo. 

Estas declaraciones muestran 

en forma contundente que sí existió 

violación de mujeres por parte de 

miembros del Ejército de Guatemala, 

lo que también se corrobora con la 

declaración de los testigos JULIO 

VELASCO RAYMUNDO, PEDRO HERRERA 

BERNAL Y HUGO RAMIRO LEONARDO 

REYES, quienes indicaron haber visto la 

violación efectuada a las mujeres. 

Y se confirma con el peritaje 

efectuado por la perito PALOMA SORIA 

MONTAÑEZ, quien fue precisa en 

acreditar en su peritaje, que el ataque 

contra las mujeres fue sistemático, 

siendo parte de una estrategia para 

destruir a los Ixiles. Ataque que 

incluyó violaciones a menores, mujeres 

embarazadas y ancianas. 

El peritaje efectuado constata 

que las violaciones se produjeron en 

forma continuada y contribuyeron 

a la destrucción del tejido social; 

explicando que tanto las violaciones 

y mutilaciones, ocasionaron trauma 

de terror, destrucción física y cultural 

teniendo como objetivo eliminar a la