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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
descentralización y es menor
la presencia del Estado en
las localidades. Esta misma
autora apunta que en la
década reciente se observa
una mayor participación de
las ONG y el sector privado
en la escena local, donde el
Estado termina ocupando
una función de coordinación
y apoyo, más de que gestor
e impulsor del desarrollo.
(p. 4).
Además de los estudios de
migración y desarrollo que privilegian
lo económico, objetivo o material,
aparecen otros que ponen énfasis en lo
subjetivo, lo relacional o lo simbólico,
o bien en lo jurídico y se enfocan
las dimensiones sociales e incluso
políticas de los intercambios que
operan en los procesos de migración,
así como en las particularidades que
se derivan de su carácter trasnacional.
Es en este ámbito donde se distinguen
varios tipos de remesas.
Una primera distinción —donde
se combinan criterios económicos,
sociales y políticos—, concierne a
su carácter individual y colectivo.
En las remesas individuales se
diferencia lo relacionado con el gasto
de mantenimiento de la familia
(alimentación, vestido, habitación) de
los costos para la reproducción social
y cultural (celebración de fiestas
personales o comunitarias).
En cuanto a las remesas
colectivas Goldring (2004), a partir
de sus estudios en México, cataloga
tres tipos: familiar, colectiva o basada
en la comunidad y las remesas para
inversión y señala cinco aspectos que
deben considerarse en cada una de
ellas: quien envía, los beneficiados, los
actores o instituciones mediadoras, la
importancia del lugar de origen en el
destino de las remesas y el balance
entre ingreso, ahorro e inversión.
Por su parte, Moctezuma y Pérez
(2006), basándose principalmente en
el caso mexicano y secundariamente
en algunos casos de Centroamérica,
consideran que en las remesas
operan tres diferenciaciones: a) en
función del uso de las remesas, b)
el beneficio que se espera obtener
y c) el tipo de persona que envía
las remesas. Distingue también las
remesas colectivas con fines sociales
o comunitarios (proyectos específicos
en lugares de origen), las remesas
productivas con beneficio a socios
que invierten y sistemas mixtos de
organizaciones sociales y gobierno
para invertir en proyectos productivos
(como en México fue el proyecto “3 x
1”). Para estos autores, el crecimiento
de las remesas colectivas ha dependido
de fenómenos tales como: los cambios
en el patrón migratorio que se
asocian a las políticas de inmigración
en Estados Unidos, el crecimiento
en la magnitud de la migración, la
estructuración de complejas redes
sociales en los lugares de origen y
destino, el desarrollo del liderazgo
y de la experiencia organizativa, la
promoción de iniciativas de inversión
en obras sociales en las comunidades
de origen y la participación de los
gobiernos locales.
Por su parte, desde 1998 y
a partir de sus estudios llevados
a cabo en República Dominicana,