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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Desde esta perspectiva, las 

remesas monetarias constituyen 

una significativa fuente de recursos 

financieros externos, puesto que 

estas se han revelado como un 

valor más importante que el de la 

asistencia oficial para el desarrollo y 

la inversión extranjera. Consideradas 

desde el nivel macroeconómico, 

las remesas monetarias aumentan 

la demanda agregada interna y, 

en consecuencia, estimulan el 

crecimiento económico. Además, 

al incrementar significativamente 

el ingreso de quienes las reciben, 

contribuyen a reducir la desigualdad 

en la distribución del mismo y la 

pobreza (Fajnzylber y López, 2007). 

Considerar las remesas desde 

este punto de vista permite verlas 

como “recursos frescos” y por tanto 

susceptibles de uso en programas de 

desarrollo como formas de inversión 

local

6

 como si se tratara de un capital 

disponible para ello. De hecho, 

una de las acerbas críticas a esta 

manera funcional de ver las remesas, 

señala que considerarlas como 

recursos brindados por los propios 

migrantes individuales para mejorar 

la condiciones de vida de sus familias 

y sus localidades, es una manera de 

responsabilizar a los propios migrantes 

para luchar contra la pobreza, sin 

cuestionar las causas de la migración 

compulsiva y del deterioro productivo 

y social de las localidades, países 

y regiones (Márquez Covarrubias: 

2012)

7

, la división global del trabajo 

6 Stefoni, ibid
7 Respecto a esta crítica ver también el artículo 

en coautoría con Delgado Wise (2009) “Seis 

tesis para desmitificar el nexo entre migración y 

desarrollo”.

y la explotación laboral de los 

emigrantes y las políticas neoliberales 

que desencadenan procesos de 

descentralización que desplazan la 

responsabilidad social del Estado… 

hacia municipios... al sector privado y 

donde ganan presencia las ONG (op.

cit.).

Por su parte, C. Stefoni (2011) 

complementa lo anterior al señalar 

que el interés del estudio sobre 

las remesas en los años recientes 

obedece a cuatro factores: 

a) La correlación entre aumento 

de emigrantes hacia un 

mayor número de destinos, 

pero sobre todo hacia países 

desarrollados y la mayor 

recepción de remesas.

b) La visibilidad que de ellas 

pudo obtenerse a partir de 

la cuantificación de montos 

enviados debido a las nuevas 

tecnologías, la participación 

de la banca en estas 

transacciones y al modo de 

considerarlas en las cuentas 

nacionales.  

c) La mayor parte de países 

receptores de remesas tienen 

elevados índices de pobreza, 

desigualdad y subdesarrollo, 

donde las remesas suelen ser 

vistas como un factor clave 

para lograr cambios, ante la 

ausencia de otros elementos.

d)  El modelo liberal de economía 

en el contexto de globalización, 

donde se promueve la