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Revista Espacios Políticos
Bracero
3
), han sido mucho más
numerosos y la emigración
mexicana bastantes décadas más
temprana que la de los países
centroamericanos. Estos datos
brindan, asimismo, la posibilidad
de entender mejor algunos de
los elementos alrededor de
los cuales se ha planteado la
relación migración y desarrollo,
sus aportes y debates.
Inicialmente, la atención de
organismos internacionales, de los
gobiernos y de los analistas se centró
en las remesas económicas enviadas,
sobre todo cuando los volúmenes de
las mismas comenzaron a duplicarse
cada 5 años a partir de 1980
(Martínez, 2008)
4
. En el año 2000
se creó el FOMIN (Fondo Multilateral
de Inversiones), miembro del Banco
Interamericano de Desarrollo, que
comenzó a estudiar de manera
intensiva el volumen y los costos
de las transacciones, así como el
potencial que representaban las
remesas internacionales para el
desarrollo de América Latina y el
Caribe (Hall, 2010).
Con los estudios sobre remesas
realizados por esta vía se buscó
evaluar su impacto directo e indirecto
sobre variables macroeconómicas
clave, desde el tipo de cambio y la
inflación hasta la balanza de pagos y
3 Schaffhauser (2012,p.211) resume así su
caracterización “Entre 1942 y 1964 alrededor
de 1.5 millón de mexicanos y poco más de
4.5 millones de contratos fueron firmados por
empleadores y jornaleros agrícolas y trabajadores
del ferrocarril (1942-1945) con el respaldo de los
gobiernos federales de EE.UU. y México, en el
marco jurídico de los llamados acuerdos braceros”
4 Citado en Stefoni, Carolina. (2011), p. 6
las reservas de divisas… su potencial
efecto catalizador de la inclusión
financiera que puede… multiplicar su
impacto sobre el desarrollo… [y por] la
ampliación de la tipología y variedad
de los canales utilizados para su envío
y recepción, que ha abierto nuevas
oportunidades de negocio… (BID:
2009, p. 2).
Con este enfoque se conformó
una corriente hegemónica en la
banca multilateral de desarrollo, las
instituciones gubernamentales, las
ONG y algunos centros académicos,
en los que se privilegian aspectos
de macroeconomía y de mercado
(capitalización de grupos de población
antes excluidos, diversificación de
productos y servicios de la banca,
etc.), en la consideración de las
remesas, buscando potenciar rol
como instrumento de desarrollo
(Stefoni, 2011). Siguiendo estos
criterios, se generaron algunos
parámetros de medida dentro de
los sistemas bancarios nacionales
5
e
internacionales, quienes cuantificaron
las remesas a través de la balanza de
pagos. Por otro lado, algunas instancias
internacionales o gubernamentales
impulsaron el empleo de encuestas
entre familias de migrantes en países
de origen o destino para determinar el
funcionamiento y uso de las remesas.
No obstante, la creciente cuantificación
de aspectos relativos a las remesas
económicas, presenta limitaciones en
la calidad de la información recabada
sobre las mismas, pues los métodos
empleados no logran garantizar la
fiabilidad pretendida.
5 En Guatemala el cambio de contabilidad y
visibilidad de las remesas ocurre a partir de 2002.