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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
de abajo hacia arriba. Está claro que
democracia, libertad y soberanía
son inseparables. La soberanía se
constituye con el dominio de la
voluntad popular y la independencia
política de la República, sin injerencia
externa.
Entonces ¿qué? La democracia
posible, que no se decreta ni se
impone de la noche a la mañana, es
un sistema originado desde abajo con
participación activa, desde lo local y
con poder de determinación hacia las
instancias superiores.
Este proceso fue visto como
posible, por los gestores de la
Ley de Descentralización, que
otearon la importancia de los
comités comunitarios de desarrollo
(COCODES) y, sobre todo, de
la
asamblea
comunitaria,
con
facultad de decisión, mediante la
concertación entre iguales, hacia
arriba. Entonces confluirían en los
Comités Municipales de Desarrollo
(COMUDES) y estos concurrirían en el
Comité Departamental de Desarrollo
(CODEDE) y de aquí, se pensó,
decantarían en un presupuesto
nacional. Para esto, quedó sin aprobar
la propuesta de que la Secretaría
General de Planificación sistematizara
ese proceso, de abajo hacia arriba,
y con visión de Estado elaborase
el presupuesto nacional, con una
contraloría general de cuentas, a la
par, y ambas instituciones con poder de
autonomía. Un sistema democrático
es, necesariamente, descentralizado
y socialmente auditado.
Esta relación sirve para exponer
el realismo y la sensatez de una
democracia posible que deje atrás la
escoria del pasado.
En ese sistema de relaciones, es
necesaria una dinámica social que se
exprese en movimientos sociales
6
. El
somos activos hace una democracia
con capacidad de absorber consensos
y discrepancias, y resolver, con
instituciones igualmente dinámicas,
los conflictos y los avances
7
. Hace
posible que la acción colectiva se
condense en una esperanza colectiva.
Es necesario romper con la
corrupción y la burocracia. Por eso,
un acuerdo sociopolítico básico
puede dar lugar a una reconstitución
de la República
8
, con una nueva
Constitución que sustente esta
democracia
progresiva,
permita
recuperar la legitimidad y dé lugar a
que ciudadanos y comunidades sean
sujetos de su desarrollo. Se trata de
refundar la República, no simplemente
al Estado, porque este país necesita
superar las rémoras coloniales y
construir instancias incluyentes
de participación plurinacional. La
ciudadanía no se decreta ni se otorga,
sino se ejerce sin discriminaciones.
Solo desde la ciudadanía es posible
la igualdad entre guatemaltecos. Y no
debemos olvidar que la conciencia de
adscripción más avanzada radica en
6 Gálvez Borrell, cit.
7
Gálvez Borrell, ob. cit.
8 Orantes, Carlos. (1993). Condiciones propicias
para la reconstitución histórica de la República.
En Siglo Veintiuno, Guatemala, 27 de julio de
1993, pp. 14-15.