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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
como en los que lo han intentado:
Argentina, Colombia, Perú
15
o
intentan en la actualidad como
Ecuador.
La tentación de extender el
plazo ha sido práctica común de los
mandatarios que transitan su segundo
mandato y ubica el debate en torno
a la pregunta crucial, planteada por
distintos analistas sobre ¿cuál es el
umbral en el que la reelección del
presidente pasa a significar un peligro
para la democracia? Sin posibilidad
empírica para responder a esta
pregunta, pues son pocas y recientes
las experiencias de reelección
indefinida, los retos a la continuidad
en el ejercicio del poder ejecutivo
deben analizarse en dos dimensiones
clave para la calidad democrática: la
equidad en la competencia electoral
y el funcionamiento del estado de
derecho, (Cheibub, 2007).
Un terreno que hasta ahora
resulta poco alentador al analizar
la situación de las dos experiencias
recientes de reelección indefinida de
15 En Argentina lo intentó durante el mandato
de Carlos Menem, quien buscó llevar adelante
la llamada “re-reelección”, sin suerte. Y en
Colombia, Álvaro Uribe lo intentó durante su
segundo mandato pero la Corte Constitucional
rechazó la ley que convocaría al referéndum
que habilitaría su tercer mandato. En relación
con Perú, Fujimori pudo presentarse a un tercer
mandato gracias a la aprobación de la “Ley de
Interpretación Auténtica”, en 1996. Este texto
interpretaba el art. 112 de la Constitución y
establecía que la limitación de la reelección
presidencial allí establecida estaba referida y
condicionada a los mandatos presidenciales
iniciados con posterioridad a la fecha de
promulgación del texto constitucional. Esta
interpretación significaba contar solo un mandato
de Fujimori permitiéndole otro turno en el poder.
la región, pues tanto en el caso de
Venezuela como en el de Nicaragua,
hemos
presenciado
importantes
limitaciones de los entes electorales
para garantizar la equidad en los
procesos electorales, y más aún
dificultades a nivel institucional para
evitar que los presidentes puedan
concentrar poder capturando al Poder
Legislativo y/o Judicial.
En este sentido, la consagración
de la reelección en forma indefinida,
pareciera estar agravando los efectos
negativos señalados por voces auto-
rizadas: a) aumentaría la hipertrofia
presidencial y con ella los rasgos se-
midictatoriales del sistema, b) multi-
plicaría los efectos negativos del plazo
fijo del mandato y con ello la probabi-
lidad de crisis políticas irresolubles y
c) aumentaría el carácter mayoritario
del sistema.
4. Para seguir meditando…
A diferencia de lo ocurrido a
mediados de los noventa, al valorar
la
experiencia
latinoamericana
se cuenta con un cúmulo de
experiencias
que
permitirían
trascender el debate estrictamente
normativo en torno a la reelección
presidencial. En este sentido, el
temor por el sesgo autoritario que
podría introducir la reelección
debe enfocarse en los riesgos de
la reelección indefinida, mientras
que las posibles bondades de la
reelección diferida o continua pero
limitada, no pueden desvincularse
del contexto institucional en el cual
se desarrollan.