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Revista Espacios Políticos
No obstante, entre el polo
de una reforma negociada y una
reforma plebiscitaria, se encuentra
también una modalidad novedosa
e inquietante: el uso de instancias
judiciales para evadir disposiciones
constitucionales con el fin de permitir
al presidente en funciones continúe
presentándose como candidato.
Tal es el caso de las controvertidas
sentencias de Nicaragua o Bolivia
12
,
donde la estrategia para evadir las
restricciones constitucionales a la
reelección
indefinida
evidencian
el deterioro del sistema de pesos
y
contrapesos,
comprometiendo
el principio democrático básico de
separación de poderes (Corrales y
Penfold, 2014).
3.2. Incentivos generados según
la modalidad de reelección
El tema de la reelección es mucho
más complejo de lo que las posiciones
dicotómicas generalmente expresan,
consecutiva, que fue rechazado por un margen muy
pequeño –constituyendo el único revés electoral
que sufrió Chávez durante sus quince años en el
poder-. Pero hubo otro referéndum en febrero de
2009, donde se planteó exclusivamente el tema de
la reelección para todos los cargos públicos, opción
que resultó vencedora con 54 % de los votos.
12 En el caso de Nicaragua el fallo de la Corte
Suprema que declaró inconstitucionales las
restricciones que impedían la reelección (hasta
entonces se establecía que no podría ser
presidente quien ocupara el cargo o lo haya sido
presidente en dos ocasiones) permitió la segunda
reelección de Ortega en 2011; mientras que en
Bolivia El Tribunal Constitucional Plurinacional
dejó sin lugar La Disposición Transitoria Primera
de la Constitución de 2009, que establecía que:
“Los mandatos anteriores a la vigencia de esta
Constitución serán tomados en cuenta a los
efectos del cómputo de los nuevos periodos de
funciones”, permitiendo así que Morales pudiera
participar en las elecciones de 2014.
no es lo mismo la reelección diferida,
la reelección consecutiva para un
solo periodo adicional o reelección
indefinida, pues los incentivos
asociados a cada modalidad dan
lugar a efectos muy distintos sobre
el sistema político en el que se
introducen.
• Reelección diferida
La reelección diferida es el tipo
de reelección presidencial mejor
tolerada históricamente en la región.
Bajo esta modalidad el presidente
puede intentar su reelección después
de un plazo intermedio tras culminar
su mandato, generalmente entre uno
y dos períodos.
La existencia de un período
intermedio se plantea como una
condición que, no solo permite el
retorno a la presidencia de quien ha
probado su pericia en el desempeño
del cargo, sino que, además, evita
algunos de los problemas que suelen
relacionarse con la reelección,
como menor competitividad entre
los candidatos, abuso de poder,
etc. Experiencias recientes como
reelecciones de Michelle Bachelet
(quien fuera presidenta de Chile entre
2006-2010 y que en 2013 ganó las
elecciones presidenciales con el 62 %
de los votos), o de Tabaré Vásquez
(quien fuera presidente de Uruguay
de 2005 a 2010 y ganó en el balotaje
de 2014 con el 57 % de los votos)
son ejemplos que ilustran este tipo de
argumentos.