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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Desde la perspectiva
republicana, el argumento en contra
de la reelección, se basa en que esta
restricción favorece la renovación
de actores e ideas limitando la
apropiación del poder y el predominio
de los mismos intereses a través del
tiempo. En este sentido, el cambio
de dirigentes, además de favorecer
la movilidad y la circulación, mejora
la inclusión y la participación en la
actividad política. “La no reelección
impide la ventaja inherente de quien
ocupa el puesto en disputa sobre los
que aspiran a obtenerlo, y de esta
forma la competencia se torna más
abierta”. (Cardarello, 2012).
Los defensores de la reelección,
por su parte, sostienen que esta ayuda
a mitigar al menos dos problemas
propios del diseño presidencialista.
Por una parte, la “rigidez” derivada
del mandato fijo y que Linz (1998)
ha planteado como una de las fallas
del sistema presidencialista, y como
corolario de lo anterior, la necesidad
de “inventar” liderazgos ante cada
elección presidencial (Cardarello,
2012).
democrática (Shugart y Carey, 1992). Como
indica Cardarello (2002:14) “Mientras en Estados
Unidos los “padres fundadores” alertaban
contra la tiranía del Legislativo y se propusieron
reforzar al Ejecutivo mediante la capacidad de
veto en el trámite legislativo, la remuneración
fija y la reelección, en América Latina sucedió
a la inversa. El peligro de la tiranía se relacionó
con la fortaleza del Ejecutivo y se propuso
combatirla principalmente con la prohibición de la
reelección. El hecho de que los presidentes fueran
exageradamente poderosos se relativizaba en
parte si se podía evitar el continuismo”
b) Accountability vs. cooptación de
los poderes
Los defensores de la reelección
destacan que esta aumenta las
posibilidades de elección del pueblo,
lo que incide en el mejoramiento de
la calidad de la democracia, ya que la
reelección incentiva a los funcionarios
a responsabilizarse en el ejercicio de
sus funciones, pues entienden que
existe la posibilidad de ser castigados
en las urnas por su mal desempeño.
Mainwaring y Shugart (1997)
sostienen que en la mayoría de los
sistemas donde los presidentes no
pueden ser reelectos inmediatamente,
el incentivo del incumbent para
permanecer responsable ante los
votantes se debilita y la rendición de
cuentas electoral se resiente.
En contraste, la visión contra
la reelección resalta el riesgo del
continuismo, pues sostiene que
independientemente de las virtudes
de un gobierno, un ejecutivo que se
presenta a la reelección dispone de
muchos medios para manipular a
los votantes e inclinar en su favor el
proceso electoral (Lucardi, 2006) y para
tejer redes entre funcionarios de otros
poderes y mermar su independencia.
Asimismo, los críticos opinan
que la reelección expone al sistema
político al riesgo de una “dictadura
democrática” y refuerza la tendencia
hacia el liderazgo personalista
y
hegemónico
inherente
al
presidencialismo. (Serrafero, 2011).