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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
1. El mapa sobre la reelección
presidencial en la región
3
En la década de los ochenta,
la consigna de la prohibición de la
reelección inmediata acompañó el
retorno a la democracia en América
Latina. Algunos países mantenían
la reelección diferida mientras otros
imponían la prohibición absoluta
para un nuevo ejercicio del poder,
asignando incluso severas sanciones,
como en el caso de la Constitución
hondureña que hasta el pasado 23
abril de 2015 establecía al funcionario
que la propusiera o promoviera su
inhabilitación por 10 años (Artículo
239 de la Constitución de la República
de Honduras de 1982).
3 Los sistemas presidenciales tienen tres
características que los diferencian de los
sistemas parlamentarios: la jefatura del estado
y del gobierno se concentran en el presidente,
la elección directa tanto del poder ejecutivo
como del legislativo y el tiempo de mandato
preestablecido de ambos poderes (Linz, 1998).
El tiempo de mandato preestablecido depende
tanto de los años que se hayan fijado para el
periodo como de la posibilidad de reelección
para periodos adicionales. En este sentido,
dentro de los sistemas presidenciales hay una
variedad de posibilidades, la prohibición de la
reelección, situación en la cual, quien ejerce
democráticamente el poder ejecutivo nunca
más podrá asumir dicha posición una vez que
haya culminado el periodo para el cual fue
elegido. La reelección en sus tres modalidades:
diferida, consecutiva pero limitada e indefinida.
En la modalidad diferida, el presidente puede
presentarse nuevamente a la reelección después
de un número preestablecido de periodos
presidenciales durante los cuales tiene prohibido
participar en las elecciones, en la modalidad
continua, puede presentarse de forma inmediata
pero por un número limitado de periodos y la
modalidad de reelección indefinida en la que
no hay límites constitucionales a la continuidad
temporal del ejercicio del poder -siempre que el
presidente gane democráticamente las elecciones
una vez culminado cada uno de los periodos para
el cual fue seleccionado.
Pero la reelección ha ido ganando
espacio en las agendas políticas de
la región y a través de distintas vías
(reformas, asambleas constituyentes
e incluso interpretaciones judiciales),
los países han ido migrando
paulatinamente, y con apoyo de
la población, hacia esquemas de
reelección consecutiva e indefinida
(Carey, 2003; Serrafero, 2011).
Los primeros casos en
emprender el cambio fueron Perú
(1993), Argentina (1994) y Brasil
(1996) durante las presidencias
de Alberto Fujimori, Carlos Menem
y Fernando Henrique Cardoso,
respectivamente. A partir de allí se
generó una variedad de experiencias
nacionales, con signos diversos:
algunas introducían la reelección,
mientras otras modificaban la
modalidad de reelección establecida
o la prohibían. Estos cambios fueron
independientes del signo ideológico
del gobierno de turno, pues la
búsqueda de la reelección ha sido
un anhelo compartido por líderes
tanto del espectro del socialismo del
siglo XXI (Chávez, Ortega, Morales y
Correa) como del neoliberal (Menen,
Uribe). No obstante, se pueden
rastrear algunas trayectorias a nivel
subregional.
Argentina y Brasil realizaron
en los noventa las reformas que
permitieron pasar de la reelección
diferida a la inmediata, limitada pero
abierta
4
. En Argentina, a través de la
reforma constitucional de 1994, se
4 El formato abierto implica que no existe
impedimento para que después de un período tras
la reelección consecutiva, un/a expresidente/a
pueda volver a presentarse como candidato/a
en otro momento, tal como lo establece
explícitamente el artículo 90 de la Constitución
argentina.