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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Quienes hablan del papel que
tuvo la Izquierda Anticapitalista,
hoy subsumida en Podemos, en la
gestación y estrategia de la nueva
iniciativa, mencionan que para que
triunfara lo que desde un inicio fue
visto como un movimiento colectivo y
horizontal, necesitaban presencia en
los principales espacios de construcción
de hegemonía, o, como dice Manuel
Castells, el lugar en el que el poder
se crea: los medios de comunicación
8
.
Todo estaba calculado para que,
un día después de la publicación
del manifiesto, Pablo Iglesias, un
jovencísimo profesor de ciencias
políticas, experto en acción colectiva
postnacional y desobediencia, y un
orador ágil, vehemente y muy bien
informado, apareciera al frente del
movimiento. Pablo Iglesias, como
otros compañeros suyos, llevaba
años puliendo su discurso y sus
habilidades en dos programas de
televisiones españoles secundarias, y
hacía poco tiempo había comenzado
a aparecer en los cada vez más
exitosos programas nacionales de
debate político que habían reventado
los índices de audiencias televisivas
desde la crisis.
Y ese discurso estaba plenamente
en sintonía con el que había sido su
profesor y ahora era su compañero
en la Facultad de Ciencias Políticas:
Juan Carlos Monedero. Este era el
fin de la Cultura de la Transición, de
ese arreglo de unos cuantos para
mantener el poder.
Las ideas no eran, en esencia,
nuevas. La crítica a los acuerdos de
la Transición ya existía, y se había
8 Castells, M. (2009): Comunicación y poder.
Madrid: Alianza editorial.
profundizado en materia de memoria
histórica y del derecho dinástico de
la Familia Real. Pero, aunque motivo
de debate en la sobremesa, estos no
pasaban de ser asuntos anecdóticos
para la mayoría de los españoles,
mientras lo demás funcionara bien.
El problema fue, como ya
dijimos, que con el derribo del sistema
inmobiliario en Estados Unidos y el
contagio a Europa, también se vino
abajo la imagen que los españoles
tenían de sí mismos, y sobre todo,
la sensación de tener asegurado un
modo de vida cómoda.
Y los líderes de Podemos
forjaron su crítica por ese lado. Es
posible hablar de su discurso, de si es
populista o de si no, o de cómo lo es
y cómo no, de su objetivo estratégico
y de sus movimientos tácticos en otro
momento.
Después de eso, surgió, como
forma de organización, la idea
de los círculos y como forma de
financiamiento,
las
donaciones
voluntarias y no vinculadas con las
membresías.
Hoy, aunque se ha estancado
mínimamente y le ha surgido un
competidor inesperado, Ciudadanos,
Podemos ya se ha instalado entre
los dos partidos punteros cara a las
elecciones generales, y prepara una
estrategia mixta para las autonómicas.
En algunos lugares participará con su
propio nombre y, en otros, apoyará
otras candidaturas, para evitar su
propio desgaste. Su objetivo, dicen,
es el Gobierno, aunque a mí me
parece que, fundamentalmente, su
programa es legislativo.