10
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
básicas: 1) democracia indirecta, 2)
democracia poliárquica (democracia
de muchos) y 3) institucionalización
de las demandas. El enfoque teórico
de esta exposición es institucionalista.
Una pregunta básica: ¿qué
significa teorizar desde el sistema?
Significa conceptualizar que existe un
ámbito en el cual los comportamientos
denominados políticos se regulan en
razón de interactuar con base en el
contacto de las estructuras básicas
de carácter político. Recordamos,
entonces, el dogma institucionalista
fundamental:
Las instituciones
determinan las identidades, es decir,
las reglas y mecanismos de carácter
formal-legal-racional (piénsese en
la burocracia weberiana de carácter
paleotécnico)
son
instrumentos
que determinan el resultado final
de las interacciones políticas.
Puesto en un lenguaje mucho más
simple, las históricas instituciones
políticas denominadas burguesas,
a decir, los partidos políticos, los
parlamentos, las constituciones, las
cámaras de representación juegan
un rol fundamental porque si son
instituciones legitimadas alejan el
accionar de corte político de todo
entorno de violencia. Porque, no debe
olvidarse lo siguiente, el dogma de
carácter anti-institucionalista: todas
las instituciones son representación
de formas ilegítimas de dominación.
La posición formalista en ciencia
política establece que la voluntad
de participar debe expresarse en
la voluntad de diálogo y, sobre
todo, en el acto pacífico –y nunca
violentado- de elegir libremente a
quienes ostentarán temporalmente
el poder. Esta es la definición que
Larry Diamond provee sobre el
término democracia. Sobre lo dicho
anteriormente, apuntemos lo que
clásicos como Sartori han recalcado,
que la definición del Estado obliga a
definir que estamos hablando de la
democracia de partidos. La noción
del Estado sin “partidos” no tiene
sentido hoy. Eso, por mucho que
los mil atenienses que participaban
en la asamblea griega de forma
directa lo pudieran protestar. Así,
entonces, hablar de ciencia política,
como lo apunta Alcántara
5
significa
conceptualizar la ciencia política
desde una aparente magnanimidad en
los actos del Estado. Las instituciones
se revisten de un prestigio especial
en donde las relaciones burocráticas
y sus procesos se constituyen como
garantes del orden y la estabilidad.
Les toca entonces, a los actores
políticamente relevantes, seguir las
reglas establecidas del proceso.
Estamos parados sobre el terreno
de las instituciones de dominación
legitimada, es decir, el plano que
institucionaliza los procesos. ¿Por qué
la necesidad de institucionalizar la
participación (o la protesta)? Porque
lo anterior permite discriminar y
priorizar un tipo puntual de reglas que
otorgan estabilidad a las dinámicas
de carácter político. Ahora bien, dicha
necesidad de institucionalización
(típica de las democracias indirectas)
ha producido –quizá sin quererlo- un
efecto sui generis: la existencia de
democracias sin demos. Y lo anterior
genera descontento colectivo sobre
todo cuando en el sistema no hay
deliberación efectiva.
¿Es la historia de la democracia
una historia que siempre apunta a
5 “Cuando hablamos de ciencia política, ¿de
qué estamos hablando?” Publicado en la Revista
Uruguaya de Ciencia Política. Sin año referido de
publicación.