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Revista Espacios Políticos
Los pueblos y sus movimientos están
llamados a clamar a movilizarse, a
exigir –pacífica pero tenazmente–
la adopción urgente de medidas
apropiadas. Yo les pido, en nombre de
Dios, que defiendan a la madre tierra.
Sobre éste tema me he expresado
debidamente en la Carta Encíclica
Laudato si’, que creo que les será
dada al finalizar.
4. Para finalizar, quisiera decirles
nuevamente: el futuro de la hu-
manidad no está únicamente en
manos de los grandes dirigentes,
las grandes potencias y las elites.
Está fundamentalmente en manos
de los pueblos, en su capacidad
de organizarse y también en sus
manos que riegan con humildad y
convicción este proceso de cambio.
Los acompaño.
Y cada uno, repitámonos desde el
corazón: ninguna familia sin vivienda,
ningún campesino sin tierra, ningún
trabajador sin derechos, ningún
pueblo sin soberanía, ninguna persona
sin dignidad, ningún niño sin infancia,
ningún joven sin posibilidades,
ningún anciano sin una venerable
vejez. Sigan con su lucha y, por favor,
cuiden mucho a la madre tierra.
Créanme –y soy sincero–, de
corazón les digo: rezo por ustedes,
rezo con ustedes y quiero pedirle a
nuestro Padre Dios que los acompañe
y los bendiga, que los colme de su
amor y los defienda en el camino
dándoles abundantemente esa fuerza
que nos mantiene en pie, esa fuerza es
la esperanza. Y una cosa importante:
la esperanza no defrauda. Y, por favor,
les pido que recen por mí. Y si alguno
de ustedes no puede rezar, con todo
respeto le pido que me piense bien y
me mande buena onda.
Gracias.
Papa Francisco
Notas
[1] Juan XXIII, Enc. Mater et Magistra
[15 mayo 1961], 3: AAS 53
[1961], 402.
[2] Pablo
VI,
Enc. Popolorum
progressio [26 marzo 1967], 14:
AAS 59 [1967], 264.
[3] Pontificio Consejo Justicia y Paz,
Compendio de la Doctrina Social
de la Iglesia, 157.
[4]
V Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano
[2007], Documento Conclusivo,
Aparecida, 66.
[5] Juan Pablo II, Exhort. ap.
postsinodal Ecclesia in Africa [14
septiembre 1995], 52: AAS 88
[1996], 32-33; Id., Enc. Sollicitudo
rei socialis [30 diciembre 1987],
22: AAS 80 [1988], 539.
[6] Juan Pablo II, Bula Incarnationis
mysterium, 11.