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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
dad científica. Pero cree que
el análisis retórico de la
ciencia moderna nos dice muy
poco acerca del conocimiento post-
moderno de oposición que estoy
proponiendo: un conocimiento-
emancipación construido a partir
de las tradiciones epistemológicas
marginalizadas de la modernidad
occidental. La única cosa que nos
dice es que este conocimiento
asume completamente su
carácter retórico: un conocimiento
prudente para una vida decente…
La crítica radical a la nueva
retórica debe, por tanto, conducir
a una novísima retórica.
En opinión de Santos, “la
novísima retórica debe privilegiar el
convencimiento –adhesión basada
en la valoración de las razones para
actuar- en detrimento de la persuasión
–adhesión basada en la motivación
para actuar-“, y así “acentuar las
buenas razones en detrimento de la
producción de resultados”. Santos
piensa que “una retórica que privilegie
la obtención de convencimiento
tenderá a contribuir…a un mayor
equilibrio entre razones y resultados,
entre contemplación y acción, y…,
a una mayor indeterminación de
la acción, dos presupuestos de un
conocimiento prudente para una vida
decente en un periodo de transición
paradigmática.”
Además “la novísima retórica
deberá intensificar la dimensión
dialógica.” Pero, ¿dónde? En la “neo-
comunidad ya referida más arriba”,
una “comunidad interpretativa” o
“auditorio”, que “está en permanente
formación”, porque “es un proceso
social.” La novísima retórica “parte de
dos presupuestos:...que en el sistema
mundial capitalista la realidad social
no puede reducirse a la argumentación
y al discurso”, y “que la retórica no
es liberadora por naturaleza.” ¿Qué
significa el primer presupuesto? Que
“más allá de la argumentación y
del discurso, hay también trabajo y
producción, silencio y silenciamiento,
violencia y destrucción.” Es decir,
una “dialéctica entre momentos
argumentativos y no argumentativos”,
que conduce a una “interpenetración
de conflictos y consensos mundiales
con conflictos y consensos locales.”
En última instancia, “el potencial
emancipador de la retórica se basa
en…procesos analíticos que permitan
descubrir la razón de por qué, en
determinadas circunstancias, ciertos
motivos parecen ser mejores y
ciertos argumentos más poderosos.
En resumen, la novísima retórica
comporta”
constitutivamente
“una sociología de la retórica.”
Retórica, sociología de la retórica
y “hermenéutica” constituyen el
conocimiento-emancipación (SC, pp.
105-119).
Una segunda ruptura epistemo-
lógica: un sentido común nuevo y
emancipador
Santos propone una segunda
ruptura epistemológica, más allá
de la primera, que distingue entre
conocimiento científico, que se
atribuye a sí mismo “el prejuicio de
pretender no tener prejuicios”, y
sentido común como “mera opinión