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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
que más tarde Spencer “llamó la
‘supervivencia de los más aptos’…Marx,
en carta a Engels, tres años después
de la publicación de El Origen de las
especies, comentaba cómo Darwin
había reconocido entre los animales y
las plantas a su sociedad inglesa con
su división del trabajo, concurrencia,
apertura de nuevos mercados,
invenciones y lucha maltusiana por
la existencia.” Y concluye Santos: “Si
es verdad que Darwin absorbió en
su teoría la ideología del liberalismo,
no es menos cierto que esa teoría
fue utilizada por teóricos sociales
para probar la naturalidad y, por
tanto, la inevitabilidad de la referida
ideología.” El otro ejemplo que Santos
utiliza es el de la primatología que,
en Occidente “constituye…un discurso
occidental sobre el orden social”, y es
diferente de la primatología japonesa,
por ejemplo, que “se basa en la idea
de una continuidad y de una unidad
esencial entre seres humanos y
animales.” Respecto al sexismo,
escribe Santos: “El etnocentrismo
occidental, reconocible en la teoría de
la evolución de Darwin, se desdobla
en androcentrismo.” Y añade que “los
estudios feministas,… han sacado
a luz que, en las concepciones
dominantes de las varias ciencias,
la naturaleza es un mundo de
hombres, organizado según principios
socialmente construidos, occidentales
y masculinos, como…la guerra, el…
individualismo,… la concurrencia,…la
agresividad, y…la discontinuidad con
el medio ambiente.” Incluso “en el
caso de la filosofía” el feminismo actual
“lo descubre” –al androcentrismo,
por supuesto- “en la preponderancia
del
‘método
antagonístico’
en
cuanto paradigma de razonamiento
filosófico.”
El último paso en esta vía
de la crítica negativa lo da Santos
al intuir que “todas las ciencias son
ciencias sociales”. Escribe así: “La
transformación de la naturaleza
en un artefacto global, gracias a la
imprudente producción-destrucción
tecnológica, y la crítica epistemológica
del etnocentrismo y androcentrismo
de la ciencia moderna, convergen en
la conclusión de que la naturaleza es
la segunda naturaleza de la sociedad…
Toda naturaleza es humana. Si es así,
todo el conocimiento científico-natural
es científico-social.” Pero acota:
“Este paso epistemológico es uno
de los más decisivos en la transición
paradigmática…Es,
también,
un
paso particularmente difícil de dar.”
Se trata de acceder al modo social
como las recientes ciencias de la
naturaleza están explicando los
procesos que estudian, introduciendo
“en la materia los conceptos de
historicidad y de progreso, de
libertad, de autodeterminación y
hasta de conciencia…”. También
algunos conceptos de las teorías
científico-naturales más recientes,
como
“estructuras
disipativas”,
“situación de bifurcación” –ambos
originales de Prigogine-, “sinergia”
–Haken-, etc., encuentran campo de
aplicación en las ciencias sociales.
“Es como si la máxima de Durkheim
se hubiera invertido, y en vez de ser
los fenómenos sociales los que tienen
que ser estudiados como si fueran…
naturales, sean” estos “los que