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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
ma nueva de comunidad, que emer-
ge después de que la modernidad ha
socavado las formas de arraigo terri-
torial: “La neo-comunidad transforma
lo local en una forma de percepción
de lo global, y lo inmediato en una
forma de percepción del futuro.” Así
pues, “Desde la perspectiva de lo
post-moderno de oposición” que pro-
pone Santos, “la opción epistemológi-
ca más adecuada a la fase de transi-
ción paradigmática…consiste en la re-
valorización y reinvención de una de
las tradiciones marginadas de la mo-
dernidad occidental: el conocimiento-
emancipación. No es fácil formular
una opción como esta y, aún menos,
seguirla…No podemos proseguir sino
por la vía de la negación crítica.” (SC,
pp. 86-90).
Una distinción cultural: entre
naturaleza y cultura y entre
ciencias naturales y ciencias
sociales
Santos explica a continuación
cuál es esa vía negativa, que ya ha
estado siguiendo en las estrategias
indicadas. El siguiente paso es la
negación de la objetividad pura como
forma de conocimiento: “todo el
conocimiento es autoconocimiento”.
O, dicho de otra manera, “el objeto
es la continuación del sujeto por otros
medios. Por eso todo el conocimiento
emancipador es autoconocimiento…
Los presupuestos metafísicos, los
modernidad. El individualismo es inseparable
de la modernidad, y arrastra a las personas
hacia la soledad competitiva. En el Ensayo
sobre la ceguera Saramago da forma poética a
esta soledad, competitiva hasta la violencia y el
exterminio, de la condición humana moderna.
sistemas de creencias, los juicios de
valor, no están antes ni después de la
explicación científica de la naturaleza
o de la sociedad. Son parte integrante
de esa misma explicación.”
Viene después otro paso: la
negación de la separación tajante
entre naturaleza y cultura: “toda
la naturaleza es cultura”. Dice
Santos: “La cultura pasó de ser
artefacto entrometido en un mundo
de naturaleza a ser expresión de
la conversión de la naturaleza en
artefacto total. Más aún,… esta
transformación sólo fue factible
porque la naturaleza, en cuanto objeto
de conocimiento, fue siempre una
entidad cultural.” La distinción entre
naturaleza y cultura y entre ciencias
naturales y ciencias sociales es, pues
cultural, y “nos permite visualizar
los procesos sociales y políticos que
presidieron su formación y desarrollo.”
Por ejemplo, nos permite mostrar
que “la ciencia moderna, además de
moderna, es occidental, capitalista
y sexista. Esta triple adjetivación”
quiere “señalar que la ‘matriz de
privilegio’…de la producción científica
moderna combina el racismo con el
clasismo y el sexismo.”
Santos estudia a continuación
cada uno de estos sustantivos.
Toma como ejemplo el darwinismo
y recuerda que “el propio Darwin
reconoce que la teoría de la selección
natural se le ocurrió al leer el Ensayo
sobre los principios de la población de
Malthus… La lucha por la existencia
y lo que ella implicaba –la escasez
y la concurrencia-“, conducían a lo