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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
hacemos la historia –como Marx
decía- sobre la base del legado
histórico de nuestros antepasados y
predecesores, con nuestros propios
aciertos y equivocaciones.
La crisis epistemológica del
paradigma dominante
El punto de partida del
pensamiento de Santos es lo que
considera como la crisis epistemológica
del paradigma dominante. Primero,
en una macro dimensión, por obra de
la teoría de la relatividad de Einstein,
que acaba con el tiempo y el espacio
absolutos de Newton. Segundo, en un
micro nivel, como consecuencia de la
mecánica cuántica y del principio de
incertidumbre de Heisenberg, que nos
dice que sólo conocemos de lo real
nuestra intervención en él cuando lo
observamos o investigamos. Tercero
por la relativización del rigor del
instrumento matemático con el que
se expresan las leyes de la naturaleza,
según los teoremas de Gödel. Cuarto
por las investigaciones del físico-
químico Ilya Prigogine, quien teoriza
que en sistemas abiertos (es decir,
sistemas que funcionan en los
márgenes de la estabilidad), se crean
situaciones de bifurcación, donde
un flujo mínimo de energía puede
conducir a un estado nuevo.
La importancia de esta
teoría reside en la nueva concepción
de la materia y de la naturaleza…
difícilmente compaginable con
la que heredamos de la física
clásica. En vez de eternidad,
tenemos la historia; en vez de
determinismo, la imprevisibilidad;
en vez del mecanicismo, la
interpenetración, la espontaneidad
y la auto-organización; en vez de
reversibilidad, la irreversibilidad y
la evolución; en vez del orden, el
desorden; en vez de la necesidad,
la creatividad y el accidente…Lo
más importante de esta teoría
está en que…forma parte de
un movimiento convergente,
pujante…, que atraviesa las
diferentes ciencias de la naturaleza
e incluso las ciencias sociales…Ha
propiciado una profunda reflexión
epistemológica que caracteriza
ejemplarmente la situación
intelectual del tiempo presente
6
.
Piensa
Santos
que
“el
conocimiento científico moderno es
un conocimiento desencantado y
triste que transforma la naturaleza en
un autómata
7
, o, como dice Prigogine,
en un interlocutor terriblemente
estúpido.” Es importante, para
entenderlo, que cuando Santos
escribe “moderno” se está refiriendo
a la modernidad optimista del siglo
6 Santos, Boaventura de Sousa, Crítica de la ra-
zón indolente: Contra el desperdicio de la expe-
riencia, Bilbao, Desclée, 2003, pp. 77-78. En ade-
lante citaré SC y p. en el texto.
7 Un conocedor de la ciencia actual, familiarizado
con mi artículo, escribe estas palabras: “Al lle-
gar los avances tecnológicos a la nano escala, en
donde las propiedades de los materiales y leyes
físicas conocidas ya no se aplican, se llega al pun-
to de máxima incertidumbre. Ahora, se abre la
posibilidad de un nuevo comienzo para la cien-
cia y muy distante de considerar a la naturaleza
como un autómata. El nuevo conocimiento cientí-
fico más bien parece una superficie con muy po-
cos lugares seguros de estabilización y muchas
trayectorias que nos llevarán a lo desconocido lle-
no de incertidumbre e inestabilidad. Por eso esta-
mos a la puerta de un nuevo comienzo científico
y tecnológico y una buena oportunidad de unir
humanismo con ciencia.” Todo ello confirma la te-
sis de Santos, que enfatiza cómo las revoluciones
científicas posmodernas de Einstein, Heisenberg,
Gödel, Prigogine, etc., descubren en la naturaleza
un carácter histórico y creativo, análogo al que
caracteriza a la sociedad.