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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
la historia no es posible una práctica
política acertada, y por lo tanto
es imposible una praxis humana,
humanizante y por eso mismo eficaz.
Esa teoría la podemos
encontrar en el aporte de varios
autores que rompen esquemas. Uno
de ellos podría ser David Schweickart
y su libro “Más allá del capitalismo”
2
.
Otro, Robert Fossaert, quien culminó
su serie de ocho libros sobre la
sociedad con el último sobre “El
porvenir del socialismo”
3
. Manuel
Castells nos ha introducido también
con fuerte novedad a las posibilidades
de “la era de la información”
4
. Evelina
Dagnino ha escrito en colaboración
con otros dos autores “La disputa por
la construcción de la democracia en
América Latina”
5
.
Voy a escribir, en cambio,
muy por encima ciertamente pero
intentando apropiarme lo que de él
extracto, sobre la obra de Boaventura
de Sousa Santos, que nació en 1940
y piensa lo que llama “un sistema
mundial en transición (SMET)”.
Este científico social portugués,
educado en Coimbra, Berlín y Yale,
2 Schweickart, David, Más allá del Capitalismo,
Santander, Sal Terrae, 1993
3 Fossaert, Robert, L’Avenir du Socialisme, Paris,
Stock, 1996
4 Castells, Manuel, La Era de la Información, I
“La sociedad red”, 1996 (en inglés) y 1999 (en
castellano); II “El poder de la identidad”, 1997
(en inglés) y 1999 (en castellano); III “Fin de
milenio”, 1998 (en inglés) y 1999 (en castellano);
México, Siglo XXI editores.
5 Dagnino, E., Olvera, A..J. y Panfichi, A., A
disputa pela construçao democrática na América
Latina, Sâo Paulo, Paz e Terra, 2006.
y en alianza profunda con el Foro
Social Mundial, es talvez uno de los
más creativos hoy en su campo.
Adopta una opción post-moderna de
oposición, en cuanto contrapuesta
a una opción post-moderna de
celebración (la propia de Lyotard,
Beaudrillard, Rorty y Vattimo, aunque
cada uno sea muy distinto del otro).
Ya el título de uno de sus libros
principales nos dice mucho sobre
sus intenciones: “Crítica de la razón
indolente. Contra el desperdicio de la
experiencia”. Las preguntas que se
hacen a veces a conferenciantes con
fama de izquierdistas, ¿no nos hablan
precisamente de la razón indolente o
perezosa?: “¿Es usted revolucionario?
¿Es usted marxista-leninista?”
Uno de los puntos más
importantes en que el marxismo
deja de ser crítica de la economía
política y se convierte en ideología
es la infalible dirección de la historia
hacia el comunismo. La historia,
precisamente, nos ha mostrado que
en su decurso o dirección no hay
seguridad ninguna de los resultados y
sí, en cambio, reversiones y cambios
imprevisibles, como los del año 1981
con la introducción en el socialismo
chino del capitalismo por obra de la
política de Deng Xiaoping, del 9 de
noviembre del 89, con la caída del
Muro de Berlín, en diciembre de 1991,
con la disolución de la Unión Soviética
y el 13 de noviembre de 2008 con la
quiebra del enorme banco Lehman
Brothers, preludio de la primera gran
crisis financiera. No hay determinismo
en la historia. La historia no avanza
indefectiblemente, sino que nosotros