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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
gran talante de quien quiere dejarse
llevar por el dinamismo de lo real.
Para Zubiri, la conciencia no es más
que “el grito de la realidad camino
al absoluto”. Y es la persona quien
ha de enfrentarse al dilema ético: o
acrecentar la absolutez, la soltura,
la libertad de la propia realidad
que su inteligencia sentiente le ha
proporcionado,
dejándose
llevar
y orientar por ella misma como
ultimidad, o perderla dejando que
sus decisiones progresivamente
vayan anulado su propia absolutez y
destruyendo su esencia humana, en
una pérdida progresiva de su propia
libertad.
Preeminencia dialéctica de la
unidad
Es obvio que en un mundo
polarizado por los extremos y sus
contradicciones, se nos esconde su
articulación. Parece como si una
parte no tuviera que ver con la otra.
Desde la filosofía de Zubiri, la unidad
tiene prioridad formal respecto de sus
partes. Es lo que implica al afirmar
que la realidad es respectiva: es decir,
una parte no se explica sin la otra y
viceversa. Las dos son “notas-de” la
misma realidad; sin embargo, a la
ideología del poder le conviene romper
esa unidad respectiva, estructural,
para dar la apariencia de que la
riqueza de unos no tiene que ver con
la pobreza de los otros, el bienestar
de unos con el malestar de los otros,
cuando en verdad cada polo de la
sociedad sólo es un momento de una
única realidad, cuya unidad explica
en profundidad la relación estructural
que existe entre ambos y las causas
que lo explican. La realidad es un
constructor, concepción contraria al
mundo “líquido” de la posmodernidad
en el que reina la pulverización de la
estructura unitaria de lo real.
Tarea de la Universidad
Para Ellacuría, experimentar el
dolor de los pobres y mirarlo desde el
lujo desorbitado de las familias que
acaudalaron la riqueza salvadoreña
y de los militares garantes de sus
privilegios, fue lo que le hizo ofrecer
desde el podio de la universidad sus
diversos análisis que desmentían las
versiones oficiales de esos mismos
grupos de poder. La realidad es la
única atalaya que ofrece mejores
condiciones para llegar a la verdad.
El problema visto
dialécticamente -señala- lleva a
que la Universidad se proponga
cumplir con su misión propiamente
universitaria y con su misión,
como institución social, desde
la perspectiva de los derechos
humanos de las mayorías populares
oprimidas. Para lo cual habrá de
interpretar y transformar no sólo
la realidad que la circunda, sino
más inmediatamente el entramado
ideológico que la refleja, pero que
también sustenta esa realidad
7
.
Desentrañar ese “contenido
ideológico” con el que el poder -sea del
signo que sea- mantiene dominada a
la gran mayoría de la población, ha
de ser el esfuerzo de la inteligencia
7 Ellacuría, Ignacio, S.J. Universidad, Derechos
Humanos y Mayorías Populares. núm. 406
(1982). Pontificia Universidad Javeriana.