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Revista Espacios Políticos
que ofrece, en la medida en que
supo ir a lo último de ella, a las notas
esenciales de las cosas reales, donde
se encuentran las mismas condiciones
de su transformación. Con todo el
peso de la inteligencia universitaria,
Ellacuría se dedicó a penetrar en esa
estructura profunda de la realidad
salvadoreña congelada por los grupos
de poder y justificada como algo que
“así era” y que no podría cambiarse.
Como lo afirmó, “la realidad siempre
da de sí, con tal de que sepamos
captar sus posibilidades y actualizarlas
mediante la construcción de nuevos
modelos, exigiendo a la inteligencia
que también ella <dé de sí>”.
Saber estar en la realidad
Este planteamiento de Zubiri
fue realmente importante para
Ellacuría y, de hecho, empató con la
pedagogía ignaciana. Lo fundamental
del ser humano es estar en la realidad.
Hay que estar en ella; estar y conocer
el contexto, en donde se realiza la
salvación de la historia o en donde
se frustra. “En lo real tiene lugar el
encuentro con el misterio de Dios”,
como afirma un documento reciente
del Secretario Social de la Compañía
que cruza el hacer universitario con el
compromiso social
5
. Y para estar en
la realidad, hay que meterse en ella.
El contacto con lo humano, con sus
dolores y sufrimientos, con sus gozos y
esperanzas, con lo que verdaderamente
pasa en nuestras sociedades, es el
punto de partida, no sólo de cualquier
análisis o investigación posterior,
sino de nuestras tomas de posición,
5 Universidad y Cambio social, 2014
de nuestras convicciones éticas más
auténticas.
Para Ignacio este posiciona-
miento fue una consecuencia lógica
de sus opciones filosóficas y que lo
expresó en una de sus afirmaciones
más conocidas:
…la universidad -nos dice-
debe encarnarse entre los pobres
para ser ciencia de los que no
tienen ciencia, la voz ilustrada de
los que no tienen voz, el respaldo
intelectual de los que en su realidad
misma tienen la verdad y la razón,
pero no cuentan con las razones
académicas que justifiquen y
legitimen su verdad y su razón
6
.
Estar sentientemente en la
realidad, dejarse impactar por ella,
tener el valor de dejar reposar esa
realidad en la inteligencia, fue la forma
como él mismo fue concibiendo sus
profundas convicciones. La opción por
la fe y la justicia, hecha por la Compañía
desde 1975, es la que ha guiado las
zonas en donde queremos estar,
aquellas a las que el mismo evangelio
nos invita a estar y a permanecer.
Por eso, no es lo mismo estar con los
pobres y excluidos, que estar con los
ricos y poderosos. De ahí que otro
gran reto ineludible es decidir cómo se
quiere estar en esa situación real que
se ha experimentado. ¿De qué lado de
la contradicción se quiere uno ubicar?
“Saber estar en la realidad”,
“habérselas con lo real”, ha de ser el
6 Ellacuría, Ignacio, S.J. “La tarea de una uni-
versidad católica”. Discurso en la Universidad de
Santa Clara, 12 de junio de 1982, al recibir el
doctorado honoris causa.