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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
exterior de EE.UU. estuvo bajo la
influencia del paradigma idealista
de las relaciones internacionales.
A ello no fue ajeno el éxito de la
intervención ordenada por el Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas para
restablecer el statu quo y devolver su
independencia y soberanía a Kuwait,
durante la primera guerra del Golfo
en 1991. En este caso extraordinario
-junto con el de la guerra de Corea en
los años cincuenta- el alto organismo
mundial actuó en aplicación de la
doctrina de seguridad colectiva
y de los artículos 39 y 42 de la
Carta de Naciones Unidas, máxima
expresión del idealismo proveniente
del pensamiento de expresidentes
como Woodrow Wilson y Franklin D.
Roosevelt pero que, como se sabe,
hunde sus raíces en la paz de Westfalia
y en el Derecho Internacional desde la
época de Grocio y la famosa máxima
pacta sunt servanda (“lo pactado,
obliga”).
En el contexto anterior, la óp-
tica general bajo la cual se juzgaba
la política exterior de EE.UU. durante
estos años, era la del idealismo in-
tervencionista humanitario. Hay que
tener presente además que en la an-
tigua Yugoeslavia, justamente en la
época durante la cual Brzezinski re-
dactaba su libro, dichas intervencio-
nes -con el auxilio de la OTAN- se
produjeron como consecuencia de la
incapacidad de Naciones Unidas para
asumir efectivamente tareas de pro-
tección de la población civil, especial-
mente después de lo sucedido en Sr-
brenica
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.
14 Durante la guerra de Bosnia, en julio de 1995,
unidades militares serbio-bosnias asesinaron a
unos ocho mil hombres de religión musulmana
Como se sabe, la política inter-
vencionista tuvo resultados no solo
gracias a la utilización de la fuerza
aérea en una geografía montañosa,
-que hubiese dificultado muchísimo
el despliegue de tropas en el terreno-
sino que además, desde el punto de
vista de la protección de la población
civil no combatiente, logró que se ate-
nuaran los crímenes de guerra (la mal
llamada “limpieza étnica”), al menos
en la magnitud y con la impunidad
con la que habían ocurrido. Todo ello
obligó a los contendientes en Bosnia
a aceptar la mediación del presiden-
te Clinton y a suscribir los Acuerdos
de Paz de Dayton, cuya negociación
constituyó un éxito para el presiden-
te norteamericano. Es fácil entender,
entonces, las razones por las cuales el
clima general prevaleciente dentro de
la intelligentsia estadounidense era
favorable a dicho intervencionismo,
siendo curioso que a favor del mismo
coincidían desde ciertos intelectuales
“neoconservadores” hasta los “libera-
les”, como suelen llamar en Estados
Unidos a los demócratas y en general,
a los intelectuales y académicos a la
izquierda del espectro político.
Años más tarde, la intervención
de la OTAN en el Kosovo, aunque
contraria al Derecho Internacional
(porque no fue autorizada por el
Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas) también fue útil para prevenir
ataques a la población civil albanesa
(musulmana)
y
para
provocar
la caída de Slobodan Milosevic,
posteriormente entregado al Tribunal
de La Haya. En otras palabras, el
en la localidad de Srbrenica, después de amena-
zar a las tropas de Naciones Unidas para poderlos
secuestrar.