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 Revista Espacios Políticos

un concepto de esencia económica, 
que es el bienestar. 

Bienestar es una palabra 

amplia que la Real Academia 
Española define como “conjunto de 
las cosas necesarias para vivir bien” 
o “Vida holgada abastecida de cuanto 
conduce bien o pasarlo bien con 
tranquilidad.” La definición oficial en 
el idioma castellano no comprende en 
sí el concepto de bienestar, por lo que 
debe de dividirse en categorías más 
específicas, como bienestar social y 
bienestar económico. 

El bienestar económico, de 

acuerdo con la teoría neoclásica del 
bienestar, suponía que a niveles más 
altos de ingreso, se obtenía mayor 
bienestar, dado que la persona 
podía consumir más y satisfacer así 
sus necesidades (Fuentes y Rojas, 
2001). Carl Menger (1997) establecía 
en su libro Principios de Economía 
Política
 que el bienestar se encuentra 
directamente vinculado con las 
necesidades

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 del hombre. 

La medición del bienestar 

económico es usualmente referida al 
crecimiento del PIB y la división de este 
entre el número de población, lo que 
nos daría el PIB por cabeza. Nordhaus 
y Tobin (1972) critican dicha medida 
dado que no ejemplifica la naturaleza 
del bienestar económico y distorsiona 
las diferentes políticas de bienestar. 
A pesar de ello, el Programa de las 

2 Menger definía necesidad como la cantidad de 

bienes que necesita un hombre para satisfacer 

sus requerimientos en general. Se debe hacer én-

fasis en “sus necesidades”. El acercamiento apro-

piado a las mismas sería el utilizar el modelo de 

la Pirámide de Maslow (N. del A.). 

Naciones Unidas para el Desarrollo 
(PNUD, 2004) utiliza en el Índice de 
Desarrollo Humano, el PIB per cápita 
para determinar el bienestar de un 
país, basado en la teoría económica 
neoclásica. La razón de continuar con 
la presente medida la transición del 
término de bienestar económico a 
bienestar social que limita el enfoque 
puramente económico. 

El bienestar social en términos 

económicos se basa en la idea de Ke-
yes (1998) que integraba un enfoque 
psicosocial enfocado en la integración 
social, la aceptación social, la contri-
bución social, la actualización social 
y la coherencia social (Blanco y Diaz, 
2005). Aunque lo mencionado por Ke-
yes fundamenta un bienestar social 
más enfocado en la dimensión psico-
lógica, la economía lo ha dirigido hacia 
referentes como desarrollo humano y 
pobreza, para lograr captar la esencia 
del desarrollo económico/social.

La teoría del desarrollo humano 

se centra más específicamente 
en el desarrollo social y político 
como “el aumento de las opciones 
que los seres humanos puedan 
elegir.” La importancia recae en las 
oportunidades y en las condiciones de 
ser; las oportunidades se enfocan en 
la nutrición y la seguridad mientras las 
condiciones de ser se distribuyen en la 
libertad, el respeto, la instrucción y los 
valores (PNUD, 2004). Su vinculación 
con el bienestar recaería entonces en 
la búsqueda de erradicar o mermar 
los siguientes elementos: la pobreza, 
la desigualdad, la inseguridad, la 
desnutrición y el irrespeto.