56

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

su reconocimiento y movilidad social 
que se introdujo con las reformas 
agrarias liberales. Proclamaban que la 
tierra era libre para todos.  Dado que 
“la tierra es de todos”, alentaron a los 
colonos y comuneros a reapropiarse 
de la tierra y sus frutos, y con ello 
deshacer la estructura de propiedades 
delimitadas, así como la clase y 
jerarquías étnicas incrustados en la 
estructura de propiedad. Con la menor 
de las ganas, algunos de los pobladores 
y colonos tomaron, distribuyeron y 
comieron el ganado de las fincas de 
Nentón. Los guerrilleros, también 
derribaron los cerrojos de las cárceles 
del pueblo diciendo “ahora no hay 
cárcel, solo armas”. Ellos bloquearon 
la carretera recién construida que 
conducía hacia Nentón, quemaron la 
municipalidad con el registro civil y 
otros documentos.

Mientras tanto el EGP forjó un 

proto-Estado y un espacio abstracto 
propio, mediante la instalación de un 
servicio de inteligencia integral, la 
aplicación de impuestos, preparando 
a los jóvenes, y enlazando pueblos 
organizados a los sistemas de 
transporte de mulas, lugares de 
reunión, y las instalaciones de 
almacenamiento. Los aldeanos 
fueron informados sobre la situación 
en el frente -el número de puentes 
destruidos, los soldados asesinados 
y similares-. Los combatientes del 
EGP vestían uniformes como símbolo 
de la lealtad a los hombres armados 
para un Estado (cf. Dandenker 
1990) y el EGP introdujo “tribunales 

populares” siendo ellos mismos 
los inspectores del nuevo orden 
y representantes de la soberanía 
popular de los pobres.

A diferencia de la situación “real”, 

el Estado insurgente era un Estado 
móvil, en parte invisible con un mínimo 
de infraestructura física y con un centro 
ilocalizable en algún lugar del monte, 
de donde derivaban las autorizaciones 
de los representantes, los rituales, las 
acciones y las ideas. Las reuniones, 
los tribunales, la organización y los 
ejercicios diarios eran las únicas 
técnicas que tenían una incidencia en 
la formación de nuevas subjetividades. 
Los aspectos biopolíticos del Estado 
insurgente se hicieron mucho más 
sobresalientes para aquellos que 
terminaron en los campos de refugiados 
organizados en México.

Como una zona de excepción 

declarada, Nentón se convirtió en 
una zona llamada “matazonas de 
Guatemala donde el Ejército castigó 
a la población rural por su apoyo al 
EGP. En palabras de las poblaciones 
que fueron “afectados por la ley” 
(“nos cayó la ley”) y les dieron 
“sentencia”, como en el caso de la 
finca de San Francisco, en donde fue 
asesinada y quemada la población 
completa de 300 habitantes. Esto 
causó que la mitad de la población 
del municipio huyera a México y se 
completó la estrategia del ejército de 
limpieza en la franja fronteriza. Como 
he argumentado anteriormente, la 
fuga fue el resultado previsto de la