48
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
una obsesión con la privatización de
la tierra basada en los supuestos
económicos de una economía
clásica liberal y el reconocimiento
de la necesidad concomitante de
normalizar el horizonte de una
entidad permanente, configurada y
adecuada (Craib 2004: 56).
Comparada con el proyecto
de Estado liberal, la administración
colonial de la tierra difiere en el
sentido que no había un mercado de
tierras (el rey vendió la tierra pero no
podía ser revendida). Además, con la
tierra no se aseguraban los derechos
individuales y más que la “propiedad”
de la tierra deberíamos hablar de
“posesión” de la tierra. La fijación
de los límites de las propiedades, así
como los territorios nacionales, era
parte integrante de la obsesión por
la privatización de la tierra, y así fue
la idea de crear un registro nacional
de la propiedad. En Guatemala la
ley que crea el registro de propiedad
nacional apareció en 1877 como
parte de un paquete más grande de
legislación sobre la tierra y el trabajo,
que era para la fundación del proyecto
liberal de exportación del café en
Guatemala. El registro catastral,
sigue en la agenda de reorganización
del Estado postconflicto, ahora en el
siglo XXI. Eso habla de los problemas
prácticos y políticos asociados con
este ejercicio, de otra manera técnica.
Con el tiempo, las reformas
liberales de la tierra tuvieron un gran
impacto en el discurso político, en las
identidades sociales y distribución de
recursos. El objetivo era asegurar la
tierra para el café y otras formas de
producción de cultivos comerciales,
así como obligar a la mano de obra
maya a trabajar en fincas privadas
demarcando su acceso a la tierra
(McGreery 1994). De hecho, varias de
las haciendas en Nentón eran fincas
de mozos que fueron compradas
para suministrar mano de obra para
las plantaciones en la costa, pero se
esperaba también que extranjeros
como Kanter presentaran métodos
modernos de producción de café y
de control de la mano de obra maya.
Se convirtieron en mozos colonos,
un híbrido de jornaleros endeudados
(mozos) y arrendatarios (colonos).
En un nivel diferente de
análisis, y aplicando la interpretación
foucaultiana, las reformas liberales
de la tierra definieron el orden y
orientación del Estado moderno
al crear una red de propiedades
privadas con cada propietario
vinculado directamente a los nexos
gubernamentales del Estado a través
de inspectores, registros, impuestos
y, a finales del siglo XX, los servicios
de
extensión,
instituciones
de
crédito, etc. Aún más importante, la
propiedad privada se convirtió en un
espacio gubernamental, definiendo al
propietario como un ciudadano con
los derechos de retener y excluir a los
que no tenían propiedades -como los
mozos colonos-, en tanto personas
privadas de sus derechos, con acceso
al Estado solo a través del dueño