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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
en la sociedad guatemalteca. En lo
que más insistieron los colaboradores
es en la certeza jurídica de las tierras
que tenían cuando fueron desalojados
o en el caso de los que no han sido
desalojados, en el título de las tierras
que ocupan actualmente. Según
Mauricio, un líder comunitario en
Panzós: “Lo más necesario, lo que
queremos, nuestra única meta, la
mente de nosotros, lograr certeza
jurídica de nuestra tierra”.
La centralidad del territorio en las
visiones q’eqchi’s de cumplir con
los Acuerdos de Paz
Para el pueblo q’eqchi’, la tierra
no es solo el fundamento material
para su subsistencia económica, es
un lazo importante que mantiene
sus tradiciones culturales. Varias
personas explicaron que sus abuelos
murieron en esos mismos territorios,
lo cual valida su relación con esa
tierra. Asimismo, la tierra no es solo
un objeto o un bien, tiene su propia
fuerza vital y lleva el nombre de
“madre naturaleza,” sin la cual no
se puede sustentar la vida. Tischler
analiza la relación íntima de los pueblos
indígenas a través de su relación con
la tierra. Describe por ejemplo, que
“en esa relación la naturaleza no es
externa, o es un objeto, sino ‘madre,’
una parte de la definición de un
nosotros
comunitario” (Tischler, 2005:
p. 64). La tierra representa tanto el
sustento diario del cuerpo como el
sustento de la cultura. Cuando ocurre
un desalojo, se percibe la violencia a
varios niveles: cultural, físico y social.
Muchos
colaboradores
en
la investigación explícitamente
compararon la violencia actual de
los desalojos y los asesinatos de
líderes, con la violencia del conflicto
armado. En algunos casos, se percibe
como peor aún la violencia actual,
porque para los q’eqchi’s no queda
la opción de defenderse como hacían
en el pasado, participando en el
movimiento guerrillero, por ejemplo.
Ahora las comunidades dependen del
Estado para protegerse, mientras ese
Estado toma partido con las empresas
privadas en su lucha por la tierra.
Tres colaboradores que fueron
activos políticamente en la defensa de
la tierra, desde la época del conflicto
armado,
hicieron
comparaciones
directas con lo que experimentan
hoy día y la violencia que vivieron
durante los años pasados. Mauricio,
exguerrillero y ahora líder en su
comunidad, en el municipio de
Panzós, explicó que: “se ha seguido
discriminando,
se
ha
seguido
amenazando, matando, asesinado a
compañeros indígenas, más que todo
en los desalojos en las tierras. Nos
siguen quitando, entonces veo que no
hay paz, no hay Acuerdo de Paz”.
Maribel, sobreviviente de una
masacre durante el conflicto armado,
me comentó que: “Hasta aquí no
hay cambio. Más bien, escucho el
asesinato de compañeras indígenas,
de niñas, de compañeros que están
en la lucha. Entonces no hay nada,
no se ha visto nada de la firma de