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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
“Lo relevante, desde luego,
era su procedencia: por fin una tira
cómica que no era gringa, que es
tanto como decir por fin la presencia
de un personaje… puesto a vivir…
en un contexto bastante más afín al
nuestro de lo que jamás podría ser el
aséptico suburbio de Charly Brown, el
chabacanísimo Riverdale de Archie, ni
mucho” (Soria.2012).
Mafalda y los personajes de la tira
cómica
La estrategia narrativa de Quino,
según la interpretación de Sasturian
(citado por Berone. 2008) consiste en
que los personajes de la tira cómica
se van construyendo diferencialmente
solo a partir de relaciones de mutua
oposición. En efecto “los personajes,
en el interior del mensaje, solo signifi-
caban, solo eran significativos, a partir
de sus diferencias”. En tal sentido se
van desenvolviendo secuencialmen-
te, desde la primera aparición de Fe-
lipe -a inicios de 1965 luego de la de
Mafalda a mediados de 1964- hasta
la última de Libertad -a principios de
1970- pasando por las apariciones del
papá, la mamá, Guille, el hermano
menor y el resto de amigos y amigas.
Mafalda es obviamente la
protagonista
principal:
quien
conecta con el resto de personajes
y concentra el sentido de la tira
cómica. Y aunque cada uno de sus
amigos y familiares próximos exhiba
diferencias y contrastes, puede
hablarse de un grupo como un todo
articulado y atractivo, en torno al
cual se organizan los mensajes y
temas básicos. Así, el 60 % de los
encuestados por ejemplo, coincidió
en señalar que Mafalda era de todos
los personajes la que más le gustaba,
seguida por su hermano pequeño:
Guille (17 %). El resto de gustos por
los personajes se distribuyó en forma
más o menos homogénea entre los
restantes amigos y amigas y nadie
reivindico el interés por el padre o la
madre. Ello confirmaría la centralidad
de los “niños y niñas” de la historieta.
Al inicio de la tira cómica, Mafalda
tiene 6 años, asiste el jardín de niños
y a lo largo de los casi 10 años de
publicación de las viñetas, parece
haber llegado hasta tercero o cuarto
grados. Es fanática de los Beatles y
de las historietas del Pájaro Loco. El
popular rechazo de Mafalda por la
sopa lo explicó el propio Quino en una
entrevista, al señalar que se trataba de
una simbólica crítica a las dictaduras
militares: “Lo de la sopa era una
alegoría a los régimen militares que
tuvimos que soportar en esta parte del
Cono Sur” (Murphy. 2004).
Mafalda es hija de un típico
empleado de oficina en una empresa
de seguros, obsesionado por las
hormigas de su apartamento y que
tras muchos esfuerzos logra comprar
un “Citroën dos caballos” y de Raquel,
ama de casa que se afana en cocinar,
lavar, planchar y hacer las compras, y
que abandonó su carrera universitaria
y aspiraciones de pianista al casarse.
A Mafalda le interesaría estudiar
idiomas y trabajar en NN.UU. para
contribuir a la paz mundial. Sus
críticas mordaces y preguntas
aparentemente inocentes, ponen
la mayoría de veces en aprietos a
los adultos. Felipe por su parte, es
un niño muy imaginativo y tímido,
que cursa un año más arriba que el
resto; vive agobiado por las tareas