/ Los militares y la élite, la alianza que ganó la guerra

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dos, anulaba la sentencia del juicio y ordenaba, con 

una argumentación enmarañada, que era válida la 

mitad del proceso, pero la otra debía repetirse. 

Las reacciones internacionales intentaron expli-

carlo en las presiones públicas contra el juicio por 

parte del presidente Otto Pérez Molina, general 

retirado, o algún poder que pudiera tener todavía 

Ríos Montt. Pero olvidaban una conferencia de 

prensa del 19 de mayo en la que la patronal en ple-

no mostraba su oposición a que se declarara “que 

todos los guatemaltecos eran genocidas” y le pedía  

a la Corte de Constitucionalidad corregir la plana 

y “salvar la gobernabilidad del país”. 

Algunas luces sobre la complicidad en 1982-83 en-

tre la élite y los militares, y la anulación del juicio 

por las presiones empresariales dieron pie a esta 

investigación. Éste es el resultado, publicado el 21 

de agosto de 2013.